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Mary Rose Mac-Gill revela cómo lo hace para ser una «pituca» querida por todos

Autor: Felipe Gajardo / 2 enero, 2015

Mary Rose Mac-Gill se preparaba para ver el estreno del capítulo de Pituca Sin Lucaa donde aparece, sentada en su departamento de Las Condes con sus hijos, nietos y con Sofi, su perrita salchicha. Y ese es justamente uno de los consejos que le da a la «Stella», más conocida como «La Reineta» de Pituca Sin Lucas: tener un perro pequeño.

 

Resulta que los productores de la comedia súper éxito de Mega le pidieron a una de las dos reinas de la vida social santiaguina -la otra es Julita Astaburuaga- que tuviese una pequeña participación como ella misma en la producción. Mary Rose aceptó y todo se grabó en su amplio departamento de Las Condes.

 

Allí es donde la Stella -interpretada por Ingrid Cruz- llega a pedirle consejos para ser una verdadera pituca sin lucas. Y aquí, Mary Rose, espléndida a los 81 años, cuenta a glamorama.latercera.com cómo surgió se debut en la actuación:

 

¿Cómo la convencieron de que actuara en Pituca Sin Lucas?

 

“Muy sencillamente. Me llamó por teléfono el productor general hace bastante tiempo. Me dijo que le gustaría que colaborase en algún momento, y qué sé yo. Y bien, pasó el tiempo.  No sé si supiste, pero tuve un asalto a todo dar. Me llamó y me dice: ‘Mary Rose, disculpa, sé que tú has pasado por muchos problemas. No te quisimos molestar, pero aquí estamos de nuevo’.

 

«En ese momento, me tenía un poco dudosa. Y dije ‘bueno’. Porque era bálsamo para todo lo había pasado. Y así fue no más. Días después tuvimos un almuerzo muy encantador con María Eugenia Rencoret, en el Mestizo, y todo perfecto.  También tuvieron que venir para la casa y vieron el lugar. Yo dije: ‘como yo voy hacer yo en dos ó tres minutos, mejor hagámoslo en mi casa, que es mucho más natural que hacerlo en un lugar x’. Se hizo  en mi casa. Todo se grabó muy rápidamente».

 

¿Cuál es su papel y cómo fueron las grabaciones?

 

“Mi papel era sumamente fácil. No tuve ningún rol cómo actriz. Yo no soy actriz, así es que no lo podría haber hecho. ‘La Reineta’ me viene a visitar, porque quiere tratar de refinarse y piensa que lo mejor que puede hacer  es visitar a esta señora a la que ha visto y leído en revista Cosas. Ella llega a hacerme tres o cuatro preguntas. Lo hicimos de un tirón. ¡Mira qué bueno!”.

 

¿Cómo ve a mujeres como la ‘Stella’, o ‘Reineta’?

 

“La Stella es una mujer aguerrida, trabajadora, que lo hace todo bien y que la ha pasado bien, pese a tener  altos y bajos. No todos estamos viviendo en el paraíso. Ella tiene que sacar adelante su vida como sea.  Está bastante contenta porque tiene este pololo que es Rudolphy, un gran actor y bastante buenmozo, todo el mundo lo estima. Está desesperada por reconquistarlo. Como ve que Volpato se lo levantó, comienza a buscar asemejarse a ella. Y encuentra a esta señora, que soy yo, que le comienza a dar ciertos tips para reencantar a su pololo de tantos años. Es una cosa muy simpática”.

 

¿Qué le han dicho sus nietos por esto?

 

“Están felices, encuentran que soy una abuelita chora, que esta una aventura de la abuela en muy buena onda, genial, de primer nivel. Todos ven Pitucas sin Lucas y se ríen a gritos, porque es una comedia para pasarlo bien».

 

¿Qué le parece que personajes como usted o Julita Astaburuaga aún no tengan reemplazo en el cariño de la gente en el mundo de las páginas sociales?

 

“Para mí es un honor y un privilegio que las personas en general que tengan una buena mirada hacia nosotras. La Julita, que tiene sus años ya, siempre ha mantenido su estatus, pero es abierta. Nosotros, años atrás, nunca tuvimos ninguna restricción y conversamos con todo el mundo de forma natural, con muchas generaciones de todo el mundo. Claro que hubo una época que vivió al país y  se dividió todo”.

 

¿De dónde nace el cariño que el público les tiene?

 

“Por la sencillez y naturalidad de no tener ningún problema con ninguno. Estuve presente en los Copihue de Oro y eso fue súper importante, porque ahí la gente agradece la naturalidad que mantengo los 365 días del año. ¡Magnifico!”.