La mujer más irritante y de piernas más largas de los reality volvió para arruinarle la vida a Luli
Oriana Marzoli es una venezolana radicada en España. Allá es de esas famosas de reality show por su voz de pito, por no callarse nunca y salirse de sus cabales varias veces al día, con llanto y juramentos incluidos. Hace unos días Oriana reingresó al reality Amor a Prueba, en Mega, y el mismo día se peleó a gritos con el galán hispano Tony Spina –MIRE EL VIDEO AQUI. VAYA AL MINUTO 01.43-. Spina era pololo de Oriana. Entraron juntos a Amor a Prueba, pero ella lo abandonó a los pocos días, volvió a España, y Spina inició un affaire con Luli, que ahora está muerta de miedo de tener problemas con la venezolana.
En el mundo de tongos de los reality show de este tipo, Oriana da clase. El sitio www.famosopedia.com realiza una breve biografía televisiva de Marzoli, mencionando sus «gritos, polémicas, insultos» y describiéndola como «insoportable», «un poco ida», «desquiciada a la perfección». Agregan que «no es precisamente la clase de chicas que muchas madres querrían para sus hijos».
Comenzó en el reality Gandía Shore y después pasó al dating show Mujeres y Hombres y Viceversa, donde se hizo conocida en España y comenzó su romance con Tony. Desde entonces, la pareja se convirtió en la más dramática y escandalosa de estos programas. Oriana posó desnuda en la revista Interviú, también posó desnuda con Tony en otra publicación y, cuando no había ofertas mejores en la península ibérica, se vinieron con su show a Amor a Prueba.
El drama partió con la renuncia de Marzoli al programa de Mega y ahora se reanuda con su reingreso, que dejó boquiabierta a Luli.
Oriana obviamente que apareció llorando y medio descontrolada desde el principio, cuando Karla Constant la entrevistó, antes de entrar al encierro. Estos fueron parte de sus dichos en esa conversación:
«El tema que (a Tony) le guste Luli, mira, no sé si será verdad, o será parte de su estrategia, porque él es una persona muy estratega, es maquiavélico e infinidad de adjetivos, pero feos, no buenos».
«Cuando me enteré que le gustaba Luli, o que estaban en no sé… Porque he seguido el programa, pues sí que me molestó, pero no me molestó por él, porque estoy tan asqueada, tan decepcionada, pero también a la vez tan agradecida por lo que me ha hecho, porque me ha abierto los ojos».
«Pobrecita (Luli), porque Tony es igual o peor que Hernán (Cabanas). Quiero que la gente se dé cuenta de que Tony no es lo que aparenta ser… Lloro (Oriana trata de secarse una lágrimas casi inexistentes) porque, mira: Yo aquí, lo que me ves, soy más buena de lo que tú crees y cuando he visto a Luli llorar, me he visto identificada, porque en un principio estaba igual que Luli».
«No quiero llorar, porque ese estúpido no merece ninguna lágrima mía. Pero que conste que ese tío no es lo que parece, no lo toco ni con un palo a ese tío, es un asqueroso, me arrepiento, si una persona se ha portado fatal conmigo, o sea yo llorando, yéndome como me he ido con las lágrimas. Ahora mismo me da asco».
«Si fuese por mí, esa persona (Tony) debería recibir pues un poquito de castigo, que le den un poco de su propia medicina, porque así es la única forma que la gente se dé cuenta del daño que han hecho a otras personas. O sea lo necesito, porque la vez me hizo mucho mucho daño y no se lo perdono».
