La extrema dieta de colados para guagua que hizo colapsar a Adriana Barrientos
A los famosos se les pasa la mano con las dietas. Hace un año la española Wilma González sorprendió a todos con una malla que se cosió en la lengua, la que sólo le permitía comer alimentos colados. Andaba muerta de hambre y sufriendo en los eventos –MIRE MÁS DETALLES DE LA DIETA DE WILMA ACÁ–. Una medida extrema similar a la que ahora utilizó Adriana Barrientos y que la tiene extremadamente flaca.
Las alarmas las encendió a través de su Instagram. El pasado martes 2 de junio la modelo discotequera subió una selfie en bikini frente al espejo. En ella lucía mucho más delgada de lo normal. La imagen fue analizada en el Buenos Días a Todos, donde aseguraron que Adriana sufría de anorexia, citando como fuente a la ex participante de Amor a Prueba. Además, revelaron que el jueves terminó en la Clínica Alemana producto de una descompensación.
Barrientos negó que fuera anorexia, aunque confirmó que debió acudir al centro de salud debido a un dolor en el estómago, por culpa de una infección urinaria. “Estoy enferma. Tuve que ir a la clínica. Es un tema personal ¿Anorexia? No sé. Capaz que si tenga anorexia. No tengo idea… Pero clínicamente nada. Se nota que no estoy con anorexia, chiquillos… Las chiquillas que tienen problemas son más psicológicos, más psiquiátricos de lo que me pasa a mí”, afirmó Adriana a Intrusos.
Luego, reconoció que todo nació a raíz de una régimen extremo que empezó a hacer. “Hice una dieta y me fui a la cresta nomás. Una dieta muy heavy y punto… Me hizo súper mal la dieta. No me había dado cuenta hasta ayer que me hizo mal», comentó.
“Me agarró un tema complejo y punto. No me di cuenta hasta que Intrusos mostró la imagen. Ahí dije ‘oh, cresta, estoy muy flaca. Voy a empezar a comer de nuevo’. Comía dos colados diarios, una cosa así”, agregó Barrientos. “Claramente que me vi en la foto y dije ‘miércale, la estoy jodiendo’”, aseveró.
Adriana detalló por qué inició la extrema dieta y en qué consistía: “Resulta que cuando me operé la nariz, no podía hacer deporte. Generalmente hago una hora de elíptica, y en la tarde hago King Boxing. Entonces, por orden del médico, no podía hacer deporte. Y dije ‘chuta, voy a empezar a engordar’. Y escuché por ahí a una persona que comía estos colados de guagua. Ahí dije ‘ya, bacán, como no voy a hacer deporte, la dieta normal que hago, que es con carbohidratos, bien sana, la reemplazo con los colados’. Y empecé a comer colados en la hora de almuerzo y en la noche. El otro día me tomé una foto y vi que estaba en los huesos. Me quería matar, me quería matar, me quería matar…”
