Glamorama
Pamela Jiles en una imagen del programa Fiebre de Viña, durante febrero pasado. FOTO: ARCHIVO AGENCIA UNO

Pamela Jiles: «Yo fui prostituta…»

Autor: Ignacia Sanhueza / 18 octubre, 2016

Pamela Jiles lo dijo mirando a la cámara de forma desafiante. Ocurrió en el matinal de Chilevisión cuando hablaban de locales nocturnos, en referencia al gusto del prófugo economista Rafal Garay por este tipo de lugares. «Yo fui prostituta», fue la frase que lanzó «la abuela» en La Mañana –MIRE AQUI EL VIDEO-.

Claro que enseguida especificó que se trató de un reportaje vivencial que protagonizó durante sus años dorados de periodista estrella de Informe Especial. Este fue el relato de Jiles:

Pamela Jiles: “Yo les puedo contar el otro lado de la película, porque les quiero decir que, amigos queridos, yo fui prostituta. Fui para Informe Especial prostituta. Estuve infiltrada a lo largo de todo el país, en distintos prostíbulos. Durante tres meses y medio hicimos ese trabajo de infiltración. Efectivamente, el Inspector (Vallejo) tiene razón en que hay determinadas chicas de la noche que trabajan para investigaciones, que son informantes”

Rafael Araneda: “¿Pero tú te presentabas como una prostituta o como una bailarina?”

Jiles: “Yo trabajé esos tres meses y medio en prostíbulos, no en locales como el Passapoga, donde puede haber chicas de la noche eventualmente, pero que venden otra cosa, que es el baile”

Carolina de Moras: “Pero si llegaba un cliente y te elegía ¿Cómo lo hacías ahí?”

Jiles: “La tarifa es variable y la parte más complicada… Es que tengo muchas cosas que contarles, pero quería reafirmar que efectivamente hay muchas chicas de la noche que trabajan, o son informantes de investigación, o policía. Pero, además, hay otras, que son la mayoría, que saben perfectamente cuál es el ‘tira’ y que te lo dicen, ‘ese que está ahí’, y qué se yo. Saben perfectamente quién es quién.

«Lo más difícil es el trabajo inicial de una prostituta, que es el sacar tragos, es el primer eslabón de la prostitución. A ti te ponen una pulsera por trago que le sacas al cliente. Y lo primero que yo descubrí en ese trabajo es lo difícil que es ser prostituta y copetinera. Sacarle un trago al cliente no es tan sencillo como se imaginan. De hecho, yo terminaba la noche con dos pulseritas y mis compañeras tenían 15, 20, hasta 25”

Araneda: “Pamela, ¿pero no es lo mismo trabajar a comisión por trago que ser prostituta?”

Jiles: “Yo te diría que lo que yo vi fue que todas las prostitutas que trabajan en locales son copetineras. Es como el primer momento, así se produce el contacto con el cliente. El cliente sabe que lo que tiene que hacer es invitarte un trago”

De Moras: “¿Cuáles son las artimañas para invitarte un trago? Aparte de ser simpática, porque si tú dices que es difícil, uno pensaría que es como ‘Hola, ¿me invitas un trago?’. ¿Qué hacías?”

Jiles: “No. Y ellas misma dicen que hay clientes que son durísimos para invitarte un segundo y un tercer trago”

Araneda: “¿Dónde empezaba tu nivel de tensión? Porque una cosa es ofrecer un trago y la otra es cuando el tipo te dice ‘ya, hagamos negocios’”

Jiles: “Yo podría peliculearlo, pero la verdad es que estaba sumamente protegida por un equipo de producción que iba conmigo. Pero además, y sobre todo por las mismas prostitutas. Ellas sabían exactamente lo que yo estaba haciendo, entonces se las arreglaban para que yo pudiera participar, hacer mi trabajo, que era infiltrarme. Yo les daba mucha pena porque me costaba mucho sacarle un trago a un cliente».