Hija de Karen Doggenweiler ganó su primera elección política
Karen Doggenweiler no da más de orgullo: Su hija mayor ganó, junto a Natalia Silva, las elecciones de la Universidad Diego Portales, donde estudia Ciencias Políticas.
Fernanda Cornejo es la hija que la animadora tuvo con su primer marido, el periodista deportivo y ex alcalde de San Felipe Eugenio Cornejo. Recién cumplió los 21 años. Creció observando y acompañando en sus campañas políticas a Marco Enríquez-Ominami, con quien Doggenweiler se casó en diciembre de 2003, cuando Fernandita era solo una niña y a veces acompañaba a su madre al matinal Buenos Días a Todos.
Este semana, la joven que forma parte de Sembrar, que une al PRO y a las Juventudes Comunistas (JJCC), obtuvo la primera mayoría de los votos para convertirse representante de los estudiantes en el Consejo Académico de la UDP.
Karen la felicitó por las redes sociales: “Muy orgullosa de mi hija mayor @fernandacornejod, quien hoy es electa con la primera mayoría como consejera académica de la UDP. Saludo a Natalia Silva, nueva presidenta de la federación de la UDP. Luchadoras sociales por un nuevo Chile!».
En tanto Enríquez-Ominami habló en SQP –MIRE AQUI EL VIDEO-. Estas fueron sus palabras:
“¿Consejo? Ninguno. Armaron una lista, un equipo político súper potente, hay independientes, comunistas, hay progresistas. Armaron un súper equipo, la vi tener discusiones políticas, programáticas, de territorio.
«La Fernanda sola me vio en la casa y ha crecido, yo creo que también crecí por Miguel y por tanta gente. Uno hereda también una cierta comprensión que la política es caminar y caminar-
“Lo que no voy a hacer es pautear a mis hijas por televisión, porque esa metida de patas la he hecho muchas veces, así es que me voy a cuidar de decir lo que yo quiero que hagan. Que la Fernanda haga lo que le dé la gana, que sea feliz. Tiene las herramientas, el talento y la fuerza, por tanto estoy muy seguro que lo que ella elija le va a salir bien si lo hace conectada con Chile, con los problemas que interpelan.
«Si mañana quiere ser candidata, si quiere ser mañana investigadora, en fin, profesora, tiene que decidirlo ella. La voy apoyar como la he apoyado desde que la conocí, cuando tenía ocho años. La conocí chica y la tomé en brazos y la adoré”.
