La opinión definitiva de Rafa Araneda sobre los garabatos de Chiqui Aguayo en el Festival de Viña
Rafael Araneda ha tenido tres semanas para pensar y dar una opinión fundada sobre el tema del vocabulario de los humoristas Chiqui Aguayo –MIRE EL VIDEO CON LA RUTINA COMPLETA– y Juan Pablo López en el pasado Festival de Viña. Hubo quienes no tuvieron problemas con el lenguaje, pero a la vez hubo muchas críticas.
Como animador y rostro del certamen, Araneda estuvo ahí, más cerca que nadie, y por eso es que el tema le interesa y da una opinión que va más allás de si le gustó o no.
En una conversación con Glamorama efectuada hace unos días, la figura de Chilevisión entregó su análisis a partir de una consulta sobre el humor de Chiqui Aguayo en Viña 2017. Estas son sus palabras:
Rafa Araneda: “El humor en general, para no especificar lo que sucedió con Chiqui Aguayo, puso temas arriba de la discusión bien interesantes. A la Chiqui Aguayo se dividió el público entre quienes, en redes sociales básicamente, que no es el público general, yo creo que son discusiones aparte… Hay que disectar lo que pasa en redes sociales con lo que pasa con la prensa y con lo que pasa en realidad en la audiencia.
“En redes sociales se dividieron entre los que encontraban que era excedido la cantidad de garabatos, y entre quienes consideraban que era oportuno que lo hiciera una mujer. Y qué bueno que así fuese, porque en otras oportunidades lo habían hecho hombres y nadie decía nada. Allí hay un tema de fondo que es más allá del garabato. Esa discusión se transformó en algo que tiene relación con el empoderamiento, de la igualdad que, fíjate que a través de una rutina se están discutiendo temas bastante más profundos que un par de chuchadas.
«Más allá de si le puso más o le puso menos, yo me estoy quedando con lo bueno. Creo que el humor puso muchos temas arriba de la mesa que van más allá de un garabato más, un garabato menos. Siento que el Festival en el humor nos dio momentos y nos sigue dando momentos de discusión que deberíamos aprovechar. No para contar los garabatos, sino que para entender qué hay sociológicamente detrás del fenómeno.
«No me gustaría quedarme en la discusión corta. Me gusta la larga, la profunda. Tomémosnos un café, discutamos, qué pasa. El humor trajo temas arriba de la mesa y ojalá que siga sucediendo. En otras épocas era la música. Fue la Trova, fueron Los Prisioneros, fueron los de los ’80. Y resulta que vivimos en una época donde la música no estaba proponiendo temas, no estaba pegando, o no estaba remeciendo o levantando la alfombra. Fíjate que el stand up vino a levantar la alfombra. Y empiezan a aparecer las basuritas que nos molestan.
“La Chiqui Aguayo puso arriba de la mesa una palabra: la sororidad, que es la solidaridad entre mujeres. Y la pone ahí, pero resulta que muchas mujeres la hicieron pedazos, entonces parece que no funciona tanto. No estoy defendiendo su rutina, sino que estoy haciendo el análisis. Para mí es nueva esa palabra, la reconozco, la aprendí ahí, arriba del escenario, aprendí algo, al igual que muchos chilenos. Buena palabra. Debería ser más allá de los géneros, deberíamos apoyarnos siempre entre las personas. Siempre deberíamos desearnos el bien, no el mal”.