Delatan a los culpables de infame fechoría en Doble Tentación
En ese mundo especial del reality Doble Tentación, las personalidades son más explosivas que en una teleserie, las pasiones más descontroladas y los protagonistas mucho más guapos.
Pero aún en medio de este ambiente sobrecargado, robarle una carta a alguien y tirarla al water es algo feo. «De una gravedad extrema», como exclamó Paty Maldonado en el último «cara a cara» del show, luego de que la brasileña Julia Fernández delatara la tremenda fechoría –MIRE AQUI EL VIDEO-.
A dos semanas de la maldad -en tiempo del show, que ya finalizó sus grabaciones y tiene un desfase de un mes y medio entre el tiempo real t lo que se en pantalla-, Julia reveló que el argentino Luis Mateucci le confesó que había sacado y roto una carta muy personal que Melina Figueroa le escribió al taciturno galán español Pascual Fernández, en medio de la crisis por la que atravesaba su affaire.
Melina lloraba de rabia, ya que, según ella, en esa misiva puso todos sus sentimientos. Cree que, de haberla leído Pascual, podrían haber salvado su relación y él hoy no estaría con la voluptuosa Romina Malaspina.
Tras la confesión de Julia en el «cara a cara» se armó una gran batahola en Doble Tentación. Los productores del programa mostraron a los televidentes -los paticipantes no vieron la grabación- las imágenes donde se ve que Luis esconde la mencionada carta debajo de un colchón. Junto a él estaban su polola Oriana Marzoli, Romina, Silvina Varas, Max Ferres y Bruno Galassi. Todos muertos de risa. Luego, Luis, Oriana y Romina corren al baño, donde Marzoli echa la misiva al water y tira la cadena.
Al ser enfrentados por Melina y Pascual, Oriana y Luis se molestan y juran que ellos no son culpables. «¡Te lo juro por mi vida!», chillaba Marzoli. En la casona se arma un escándalo de aquellos, con gritos, llanto, recriminaciones y amenazas.
Romina finalmente confiesa: «Es terrible Oriana. Se está haciendo la que no tiene nada que ver. Yo le dije ‘no las rompas’. Y la rompió ella. Y ahora está diciendo que no fue. Yo lo puedo jurar hasta por mi mamá, que yo la carta de Melina no la toqué. No la saqué del clóset. No la toqué».
Hubo más peleas, maldiciones, juramentos y recriminaciones. Hasta que, como todo en Doble Tentación, el tema parece calmarse y olvidarse. Incluso Pascual, que aparenta ser el más correcto, ni siquiera le recrimina a Romina la feísima actitud que tuvo. Se duermen abrazados, como siempre.