Glamorama
Daniel Elosúa en una foto de archivo tomada de Twitter.

El crudo drama económico que vive Daniel Elosúa, novio de Antonella Ríos y padre de su hijo de un año y medio

Autor: C. Z. / 7 agosto, 2017

“Me gustaría tener más posibilidades que tener que pedirle al conserje que me preste unas monedas para comprar la leche de mi guagua. O como soy buena onda con la gente, la otra vez un vecino me invitó a almorzar porque no tengo nada en mi casa», cuenta Daniel Elosúa en La Cuarta -VAYA A LA PAGINA 15-  sobre la muy precaria situación económica que vive.

El actor y animador que se hizo conocido por su personaje «Pencaman» y su participación en el reality Doble Tentación, que Mega exhibió este año, se encuentra sin trabajo desde hace meses. Lo más que lo aflige son las obligaciones para mantener a su hijo de un año y medio, fruto de su relación con Antonella Ríos.

La pareja han superado crisis y siguen unidos por el bien del niño. Sin embargo, Daniel pasa por un mal período económico. Este fue parte de su relato en el diario:

“Los ahorros ya se fueron. Haciendo mi show de stand up comedy me alcanza para lo básico, que para mí es la leche de mi hijo Manuel, los pañales, los remedios. Esa es la realidad en este minuto.

“Estoy reactivando algunos lugares para garzonear. Pero resulta que cuando voy a hablar con los dueños o encargados no me dan prioridad, porque se supone que soy un hombre de tele. He golpeado muchas puertas para trabajar de garzón o anfitrión y me dicen ‘pero cómo, si a ti te va tan bien’. Y es la idea que se hacen por varias marcas que me apoyan o me hacen canje en redes sociales.

“Postulé a dos empresas para vender seguros. Con traje, bien afeitado, y no quedé porque me dijeron que los test sicológicos arrojaban que era un creador y que no sirvo para convencer a la gente de que compre algo de manera calculadora. Les daba susto que yo fuera a vender algo a una persona y empatizara tanto con ella que terminara diciéndole ‘mejor no, no le conviene comprar esto’.

“Me gustaría tener más posibilidades que tener que pedirle al conserje que me preste unas monedas para comprar la leche de mi guagua. O como soy buena onda con la gente, la otra vez un vecino me invitó a almorzar porque no tengo nada en mi casa. Es duro verse en esta situación, pensando que uno tiene las capacidades para hacer más cosas.

“Yo no me crié con mi papá. No me reconoció. A mí me crió mi mamá. Y me vi en la necesidad de llamarlo para pedirle lucas. Él accedió, porque pasó tanto tiempo y siente que es lo que corresponde. A mí todo eso me quiebra. Me sensibiliza pensar que llevo dos años sin una pega estable. Tuve la suerte de estar en el reality, que fue una linda experiencia y me sirvió para pagar cosas. Pero después vuelves a la realidad y no hay nada”.