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Fran García-Huidobro cumplirá fotografiada por Glamorama en abril de 2018. FOTO: EDUARDO ANGEL

Fran García-Huidobro se sincera sobre la televisión, su quiebre con De Tezanos y su amistad con Julio César

Autor: Carlos Zúñiga / 27 abril, 2018

“Estoy bien, muy tranquila, reconstruyendo mi casa, porque todo cambia. Cuando uno se separa, no solo se pierde lo emocional, sino lo concreto, lo cotidiano. Pero contenta”, cuenta Fran García-Huidobro, disfrutando una copa de espumante e instalada en uno de los sillones del jardín con piscina, quincho y un arco donde juega fútbol Joaquín, su hijo de doce años con Julio César Rodríguez, en su nueva casa en Vitacura.

En la terraza de este reciente hogar habla de la industria de la TV, la vida y su quiebre con Manuel de Tezanos con una claridad que sorprende. La ex “Dama de Hierro” de la televisión afirma que “aprendí de mis errores” y hoy se maneja con humor y empatía.

Empezó su año 14 en Primer Plano, el estelar de Chilevisión que sigue viento en popa y contiene su ADN, y se convirtió en una animadora ancla capaz de llevar las riendas de la transmisión más vista de la pantalla chica, más allá del fútbol: la gala de Viña.

Puso en boga los eventos, el estilo y las alfombras rojas en su propio programa, Maldita Moda, que tras cinco temporadas permanece en stand by. Ahora la gente en la calle se le acerca y le pregunta cómo combinar tenidas, o si se usa “la chala con medias”.

“Terrible. Yo lo encuentro una tragedia”, opina sobre la pérdida del Festival de Viña que Chilevisión sufrió a manos de TVN y Canal 13. “Me da pena perder la gala, porque es el programa que hice los ocho años que lo tuvo CHV. Le entregó una cosa glamorosa al certamen e inauguró todo esto de los mejores y peores vestidos, de los códigos de vestuario en los eventos”.

Maldita Moda, en tanto, es un programa que la identifica mucho.

Es una copia mucho más larga de Fashion Police. Por eso la gente cree que yo me supongo Joan Rivers y que nuestra farándula es la farándula hollywoodense. Nadie inventó Maldita Moda, pero sí hubo un par de cabezas que tenían ganas de hacer algo y esos eran (el productor) Carlos Valencia y yo.

Le dio un sello al programa.

Sí. La gente me pregunta mucho por el programa, desde niñitas de 12 años, que me da un poco de pudor que lo vean. Voy a cualquier parte y ‘¿chala con media?’, ‘¿combina el negro con el azul?’. La gente está súper metida en el tema de la moda. Pero, bueno, el canal decide cuándo lo pone o no. Yo con Maldita Moda siempre estoy dispuesta, con la zapatilla de clavo”.

Es su espacio, como ‘La Noche de la Fran’.

Puede ser. Llevo 14 años trabajando en Primer Plano, pero la gente que no conozco me reconoce más por Maldita Moda. Cuando entro a un baño en el centro comercial dicen ‘¡chucha!’, y como que se arreglan.

“Además de moda, es un programa de humor, de pelambre; del looser, del perno de al fondo que no le queda otra que pelar a los que de verdad la llevan, los que van a los eventos, a las alfombras rojas, son auspiciados. La gente se lo toma con humor”.

Ahora está menos agresiva en pantalla, pero se mantiene como a la defensiva.

Soy cuidadosa y he aprendido a no sufrir con el fracaso y a no creerme la muerte con el triunfo. No me gusta estar en todas las portadas de las revistas durante todo el año diciendo nada. Encuentro que es un despropósito.

“Me gusta hacer la pega que hago. No me interesa tener más exposición de la que tengo ni más fama. Vivo en esta casa. No es la tremenda casa, pero vivo feliz. No tengo un Porsche, pero es un buen auto. Mi hijo va al colegio. Podemos pagarnos la salud. Trabaja conmigo mi nana, que en realidad no es mi nana, sino la gerenta de la casa. Entonces vamos viendo qué va pasando”.

El año pasado no tuvo un buen cierre en la parte sentimental.

Por supuesto que no. Yo me separé en septiembre. Estamos en abril. Ha pasado un tiempo, digamos, pero ya pasó. Estoy bien, muy tranquila, reconstruyendo mi casa, porque todo cambia. Cuando uno se separa, no solo se pierde lo emocional, sino lo concreto, lo cotidiano. Pero contenta.

Fue harto tiempo con Manuel, hubo un compromiso, vivieron juntos. ¿Cómo vivió ese quiebre?

Con la mayor discreción, como lo hago siempre. Yo nunca he hablado de esa separación, porque soy de la idea de que, cuando uno tiene pena y está vulnerable, se guarda nomás. Así que yo me guardé, no dije nada y hoy día no tengo problemas en decir que está todo bien.

¿Le dolió lo que pasó después al ver a Manuel con otra pareja?

No, porque yo soy una persona muy sabia. Y como soy la ‘Tía Olga’ de la farándula, por decirlo de alguna manera, no veo. Yo me guardo, como algunos animales que se guardan y que se lamen las heridas para callado. No tengo nada que agregar, excepto que a veces uno hace una apuesta y pierde. De eso se trata. Y uno tiene que volver a levantarse y seguir.

¿Es una mujer romántica?

No. Porque quizás la vida me hizo ser una mujer más pragmática, más práctica al mismo tiempo. Tampoco he tenido tantas parejas desde que tengo un hijo. Y reconozco que las he elegido más pragmáticamente, que sean personas que me puedan acompañar, que me entreguen mucho sacrificio y mucho tiempo…

“Chuta, sorry, pero insisto, voy a cumplir 45 años, soy mamá de un hijo único, que va a cumplir 13, y ese es mi único y gran amor. El que siga ese amor, bienvenido sea; y el que no, puede ir por la misma puerta que entró”.

Julio César ha pasado a ser un compañero muy importante en su vida.

Eso es lo que ustedes ven en la tele. Julio pasó el Año Nuevo acá. Algo le pasó en su vida, que no tengo idea, y entonces no tenía dónde pasar el Año Nuevo y quería llevarse a Joaquín. Yo le dije ‘no. Si quieres lo pasas acá’. Y estuvo acá con nosotros. También el 18 de septiembre del año pasado, que fue una fecha difícil para mí, me fui a la playa con mi mejor amiga, a la casa de él.

“Somos amigos. No es chiste. Si a Julio le pasa algo, no tengo la menor duda que me va a llamar a mí. Y si a mí me pasa algo, lo voy a llamar a él. O sea, cualquier persona que pololee conmigo, o que pololee con Julio, se tiene que llevar bien con nosotros”.

*Esta entrevista forma parte de los contenidos que Glamorama publica todos los viernes en la versión papel del diario La Cuarta.