Glamorama
Daniella Chávez en GlamoramaTV. FOTO: EDUARDO ANGEL

El momento más triste de Daniella Chávez

Autor: Cristián Farías Ravanal / 26 mayo, 2018

Daniella Chávez mostró una faceta encantadora esta semana en el programa GlamoramaTVMIRE AQUI EL VIDEO-. Detrás de esas explosivas fotos en Instagram, donde tiene más de 8 millones de seguidores, y de las portadas de revista Playboy de México, Venezuela y España, hay una mujer sensible, sencilla, cálida y muy humana.

En el espacio conducido por Nataly Chilet y el periodista Gabriel Labraña -en reemplazo por esta semana de Euge Lemos y César Barrera-, Daniella se emocionó mucho al relatar el episodio más fuerte que ha vivido, la muerte de su madre, hace menos de un año:

Daniella Chávez: «Lo más fuerte que he vivido fue la muerte de mi mamá»

Gabriel Labraña: «¿Qué edad tenías?»

Chávez: «Fue el año pasado, aún no se cumple un año, falta poquito para que se cumpla. Esa fue la pena más grande que he pasado».

Nataly Chilet: «Lo siento mucho. Había leído sobre esa pérdida. Debe ser muy duro, yo no me imagino la vida sin mi madre»

Chávez: «Claro, yo te veo con tu mamá siempre, para todos lados. La verdad es que nosotras no éramos tan apegadas, porque yo siempre, de chiquitita, siempre fui súper independiente. A los 16 años ya me fui de la casa, me vine a vivir a Santiago.

«No nos veíamos tanto, pero yo sabía que estaba ella ahí. Uno piensa que siempre va a estar ahí, pero después te das cuenta que ya no está, no se puede hacer nada, ya falleció.

«Por eso estaba súper sensible cuando me tocó ir a Vértigo, porque era el Día de la Madre. Fue el mismo Día de la Madre. Ya había estado súper triste. Todo se me juntó».

Chilet: «¿Qué le pasó a tu mami, Daniella?»

Chávez: «El hígado falló. La pilló mal y ya no había nada que hacer, me dijeron. Cuando llegué al hospital, le quedaba máximo una semana».

Chilet: «Estabas acá entonces»

Chávez: «Justo. Por cosas de la vida, justo había llegado hace un par de semana»

Labraña: «Tuviste la suerte de poder despedirte. ¿Cómo fue ese momento?»

Chávez: «Llegué de sorpresa, no le avisé a nadie, no le conté a nadie. Imagínate que te digan ‘le queda una semana’, y tú ‘mentira, pero si no me dijo nada’. Hace un mes habíamos hablado bien, nunca me contó.

«Me decía que tenía los pies un poco hinchados, pero era muy normal de ella. Así es que cuando me dicen eso, imagínate. Y después me llaman y me dicen ‘la queremos desconectar. Dinos tú’. ‘¡¿Cómo voy a tomar esa decisión?! No puedo’. ‘Dinos, porque se va a morir’.

Labraña: «¿Y te tocó decidir a ti?»

Chávez: «No. Viajaba mucho porque la Isidora (su hija) estaba en el colegio. Finalmente les dije ‘voy para allá. Espérenme a que llegue’. Y no alcancé a llegar»

Labraña: «Te quedó ahí, dando vueltas»

Chávez: «Claro, yo dije ‘no, no la desconecten, déjame llegar, verla por los últimos segundos’. No podía decirles ‘sí’. Imagínate que te hagan esa pregunta y tú respondas ‘sí’.

«No podía creerlo. Incluso había pedido oraciones, creía que podía pasar un milagro».

Chilet: «Qué duro lo que te pasó. ¿Cuál es el legado de tu mamá? Porque las personas trascienden en sus hijos, en sus familia. ¿Qué cosas crees que tú tienes de tu mamá?»

Chávez: «Eso de ser una mujer luchadora. De seguir adelante, darle para arriba. No éramos tan cercanas, pero ya no le reclamo nada. Doy gracias que haya sido así. Porque en un principio lloraba, decía ‘¡pucha! Me gustaría tener a mi mamá ahora para que me abrace, pero no somos súper partners’. No es como a la mamá que le dices ‘hoy día me pasó esto’. No le contaba los problemas, nada»

Chilet: «¿Y por qué tenían esa distancia? ¿Porque era de otra época? ¿No aceptaba tú trabajo? ¿Qué las distanciaba?»

Chávez: «No sé… Yo creo que a lo mejor ella no… No sé… No te puedo decir, porque me da lata hablar mal de alguien que no está, en el sentido de que ella… Pasé a ser más mamá yo de ella que ella de mí… Eso pasó.

«Entonces… ¿Cómo te explico? Yo creo que ahora le doy gracias que haya sido, porque ahora me siento una mujer más fuerte. Mi hija es lo más importante, quiero tener otra relación con ella. Converso con ella de todo, le hablo todo como es. Le digo como es la gente también.

«Que si a ella le gusta esto del arte, si quiere algún día cantar, bailar, que va a haber gente que la va a tirar para abajo, que le va a decir no, que fome, que no lo haga, pero que a ella no le tiene que importar y tiene que seguir con lo que a ella le hace feliz.

«Y eso es lo que yo he tratado de hacer finalmente con mi vida, que mucha gente está en contra, pero lo hago porque me encanta. Mi familia me apoya, que es lo que más me interesa, saben la mujer que soy detrás de esta imagen».

Chilet: «¿Tienes alguna conexión espiritual con ella? ¿De repente le pides algo? ‘Ayúdame en esto, mamita, necesito tu apoyo'»

Chávez: «Sí. Trato. ‘Acompáñame, tengo esto importante’. Que trate de estar conmigo»

Labraña: «¿Y te ayuda esto a, de alguna manera, mantenerla contigo?»

Chávez: «Sí. De todas maneras. Confío en que ella está. O a veces, cuando tengo que viajar y mi hija se queda acá en Santiago, le digo ‘tú quédate allá con ella. Cuídala'».

Chilet: «Gracia Daniella. Te veo con tus ojitos coloraditos. Admiro mucho tu profesionalismo, esfuerzo, trabajo, luchas. Te agradezco tu confianza y que hayas abierto un espacio que es algo que te cuesta abrir, porque es algo doloroso para ti»

Chávez: «Sí, porque en mis redes no muestro nada mío, de familia, por lo mismo, porque trato de protegerlo».