Glamorama
A Chiqui Aguayo le gusta el humor de "Yerko", pero no compartió su chiste en contra de Daniella Chávez. IMAGENES: CANAL 13 / AGENCIA UNO

El respaldo de Chiqui Aguayo al humor de “Yerko» tras polémica con Daniella Chávez

Autor: C. Z. / 14 mayo, 2018

La última rutina de “Yerko Puchento” ha generado una ola de críticas. El personaje interpretado por Daniel Alcaíno, con libretos de Jorge López, la llamó “Daniella Carlina Chávez Carrillo”, cambiando el segundo nombre de la joven y haciendo referencia al famoso burdel de la década de los 50 y 60, “La Tía Carlina”.

Daniella se indignó y lo encaró en pantalla. “Si me quieres decir prostituta, me lo dices a la cara”, le dijo. Más tarde, la rubia, con más de 8 millones de seguidores en Instagram, se desahogó en Twitter. Y no solo eso. Acudió al Congreso donde se reunió con el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Jaime Mulet, quien la ayudará en una denuncia formal ante el Consejo Nacional de Televisión.

La polémica fue tema obligado en algunos matinales. En Muy Buenos Días analizaron los dichos de “Yerko” y la respuesta de Chávez. La mayor parte del panel reconoció que la talla fue desubicada. Sin embargo, Chiqui Aguayo realizó una opinión donde defiende, en parte, el estilo de humor del comediante, aunque no respalda el chiste contra la conejita Playboy:

Chiqui Aguayo: “Yo entiendo que sea contradictorio, pero tampoco encuentro que sea un rol de Yerko Puchento el no ser contradictorio. Su personaje puede contradecirse quinientas veces y, por lo mismo, ser gracioso. Ahora, de que si es una buena broma o una mala broma lo de la Tía Carlina, también pongámonos en el contexto en que estás. Estás en Vértigo. Es distinto también.

“No encuentro que sea un buen chiste. Creo que es un mal chiste. Pero tampoco se le puede endosar a Yerko Puchento la responsabilidad de que tiene que ser de una sola línea. En su contradicción aparece el personaje. Y le achunta un par de veces y se equivoca otro par de veces. Lo que claro que es inconsecuente es un discurso feminista cuando, claramente, es un personaje bien machista. Pero yo creo que uno asume ciertos riesgos cuando vas a Vértigo. Vértigo es un programa que paga súper bien”

Nacho Gutiérrez: “No, pero yo ahí discrepo, Chiqui. Discrepo, porque si te van a pagar. Por ejemplo voy y contrato a la Chiqui Aguayo. Ya, la contraté. No tengo derecho yo a llevarte de invitada, pagarte e insultarte”

Cristián Sánchez: “Y humillar”

Aguayo: “No humillarte, pero estamos hablando de un chiste. Hizo un juego de palabras con que estaba la Tía Carlina y la Tía Karina. Y después dice ‘no, no, no, me equivoqué’. Es un mal chiste, no es una humillación per sé”

Karen Paola: “Por supuesto que sí”

Aguayo: “¿Por qué?”

Karen: “Yo creo que sí es una humillación, Chiqui. Lo siento. Creo que es una humillación, sobre todo en este tiempo. Me da rabia, porque las mujeres siempre somos juzgadas por cómo nos vestimos, qué hacemos, por lo que no hacemos. Que la Daniella quiera mostrar su cuerpo es problema de ella. Pero de ahí a denostarla a nivel de tratarla de prostituta en un canal abierto, en un programa prime, lo que sabemos que eso significa, a mí me parece un poco mucho ya. Se le está pasando la mano”

Aguayo: “Lo que digo es que no es blanco ni es negro. Hay un gris entremedio. ¿Por qué no nos enojamos cuando Yerko dice constantemente que Cristián Sánchez tiene el pene pequeño?”

Karen: “Yo sí me enojo, por supuesto que me enojo”

Aguayo: “No, es chistoso”

María Luisa Godoy: “Pero Cristián no se enoja y para ti no es tema. Entonces es distinto. Pero la pregunta es: ¿Están los tiempos para estos malos chistes? Porque yo entiendo que Yerko Puchento es muy exitoso, ha tenido momentos gloriosos, donde todos nos hemos reído, además apareció con un humor donde la gente tampoco se atrevía a decir las cosas como las decía él. Entonces fue un acierto que existiera. Pero hoy día, Yerko Puchento, el personaje, ¿está evolucionando con los tiempos?”

Aguayo: “Yo tengo una teoría. Con esto en ningún caso estoy defendiendo el chiste con Daniella Chávez. Pero estoy diciendo que Yerko Puchento es un personaje que ha tenido, por ejemplo, el monólogo que hizo con el ministro, cuando había dicho que sus hijos eran ‘unos campeones’. Fue una rutina delirante y era muy chistosa y era muy buena. Entonces, cuando estás toda la semana haciendo monólogos contingentes, yo entiendo que él toma ciertos riesgos y hay chistes en los que puede equivocarse. Y si uno, como humorista, tampoco toma esos riesgos, no existe y deja de parecer eso que es peligroso de incomodar. Y hay que incomodar”.