Glamorama
Miguel Bosé y Amaro Gómez-Pablos en fotos de archivo de Agencia Uno.

“No tengo ningún rollo con el tema de la homosexualidad, pero en ese momento me sentí superado…»: la noche en que Miguel Bosé se le insinuó a Amaro Gómez-Pablos

Autor: Cristián Farías Ravanal / 30 marzo, 2019

«¿Se le ha insinuado alguna vez alguien del mismo sexo?», fue la pregunta que hizo Julián Elfenbein a sus invitados en el primer capítulo de Podemos Hablar, que Chilevisión emitió anoche en horario estelar.

El programa que reemplazó a Primer Plano se podría resumir en una serie de invitados que conversan. El set es una especie de departamento, con bar y un comedor donde se da una dinámica tipo La Divina Comida, pero sin que nadie tenga que cocinar, sino que solo responder las preguntas de Elfenbein.

Las preguntas van desde el sexo a la política. Desde lo público a lo privado y todo funciona muy bien según lo que estén dispuestos a contar los comensales. En el episodio exhibido anoche todos hicieron revelaciones.

Los comensales fueron Javiera Acevedo, Lily Pérez, Gaby Hernández, Amaro Gómez-Pablos, Luis Gnecco y Miguelo.

Una de las primeras consultas fue sobre insinuaciones de personas del mismo sexo. Todo respondieron que lo han vivido, y Amaro relató su historia con el cantante español.

El periodista de 51 años nunca mencionó el nombre de Bosé, pero dio tantas pistas directas que los demás convidados mencionaron más de una vez el nombre del coautor e intérprete de Amante Bandido. Esto fue lo que contó Gómez-Pablos:

Amaro Gómez-Pablos: «Fue con un muy conocido y más destacado en este último tiempo, porque ha salido en las noticias, cantante español»

Julián Elfenbein: «Cantante español…»

Gaby Hernández: «¡Ah, Bosé!»

Gómez-Pablos: «Voy a estar omitiendo nombres, pero la verdad es que fue una cosa muy curiosa. El estaba en otra mesa, se me acerca y empezamos a hablar de España, de cultura, de música.

«Yo estaba en otras cosas. Estaba con un amigo y estaba bailando y todo lo demás, y se me acerca. Y entonces pasa una cosa muy extraña, que hubo un muy buen rollo en la conversación y de repente me dice: ‘Bueno, yo estoy en el Hyatt, en la habitación 525’.

«Y en ese momento siento que mis glúteos se aprietan, que los pelos se me erizan en el espinazo, me siento profundamente incómodo.

«No tengo ningún rollo con el tema de la homosexualidad, pero en ese momento me sentí superado. Empiezo una cosa así como Hugh Grant tartamudeante, y me pongo más polite. Me siento incómodo y no quiero hacerlo sentir a él incómodo. Y le dije: ‘Bueno, lo… lo… lo… Lo que pasa es que yo no soy gay’.

«Hasta aquí todo bien. Pero de repente me escucho desdoblado diciendo ‘no… no… No descarto que el…’ ¡Patético lo que iba a decir! ‘No descarto que el día de mañana lo pueda hacer. Pero esta noche no lo soy’.

«¡Pero tan polite, explicativo! El me responde de verdad muy bien y me dice: ‘Solamente quiero aclararte, Amaro, que a mi me gustan los hombres y no las locas’. Y ya está. Y discreción. Y aquí he omitido nombre, pero en realidad ya se sabe».