Glamorama
Ignacia Allamand y Tiago Correa en 2011. FOTO: ARCHIVO

“Una infidelidad en el matrimonio es un atentado a tu proyecto de vida”: Ignacia Allamand reveló la verdad de su quiebre con Tiago Correa

Autor: Equipo Glamorama / 27 julio, 2019

Tras 8 años, Ignacia Allamand se sinceró como nunca sobre su quiebre matrimonial con Tiago Correa.

La historia se remonta al año 2011. Correa llevaba 8 meses casado con Allamand. Fue en ese instante que apareció la figura de Mayte Rodríguez.

Los tres se encontraron grabando juntos la teleserie Infiltradas, de Chilevisión, que se estrenó ese mismo año. Y un tiempo después del estreno, se supo que Tiago se había enamorado de Mayte. Entremedio, Correa y Allamand mandaron un comunicado anunciando su separación, en una nebulosa de fechas que por esos días nadie aclaró.

De inmediato los titulares de la prensa del corazón dejaron entrever que Mayte le había quitado el marido a Ignacia. Los involucrados mantuvieron silencio.

Solo en diciembre de 2015, Rodríguez habló con más profundidad. Lo hizo en el programa Mentiras Verdaderas, de La Red, donde aseguró que no le quitó el marido a Ignacia Allamand.

Pero Allamand y Correa nunca han hablado en profundidad del tema. Y este viernes, en el estelar Podemos Hablar, Ignacia se sinceró y se refirió a su polémico quiebre:

Ignacia Allamand: “Estoy aquí porque no me gusta mentir, pero no es algo de lo que tenga ganas de hablar. Fue algo que pasó hace mucho tiempo y, para mí, ya es algo superado. Entonces, solamente estoy aquí en post de la honestidad, porque lo viví, pero honestamente no es algo en lo que quiera profundizar ni entrar en detalles”.

Julián Elfenbein: “No sé si leí algo tuyo. Dijiste en alguna oportunidad ‘uno puede ser infiel’, no es que pueda en el pololeo, pero en el pololeo la infidelidad es una cosa. En cambio, en el matrimonio…

Allamand: “Sí, total, porque cuando tú estás pololeando, una infidelidad es, en el fondo, un atentado a tu relación. Pero una infidelidad en el matrimonio es un atentado a tu proyecto de vida. Entonces, es algo muy complejo, sobre todo cuando tú tienes un acuerdo de monogamia, porque las parejas pueden generar distintos tipos de acuerdo. Yo no creo que exista una forma de ser pareja. Pero si tú ya generas ese acuerdo, lo mínimo que puedes hacer es respetarlo. Y si no lo haces, de alguna manera le quitas la libertad a la otra persona de saber realmente con quién estai y dónde quieres estar. Entonces, es muy cruel”

Elfenbein: “¿Es lo mismo una infidelidad, ser testigo, verlo? ‘Oye, me cagaron’, perdona que lo diga así, o que te enteraste…”

Allamand: “Nunca he tenido la experiencia de ser testigo. Creo que es más fácil ser testigo, porque no te cabe ninguna duda y, después de eso, nadie te lo puede negar. En cambio, cuando te enteraste, o es algo que sospechas, sí se presta, sobre todo si la otra persona es hábil para mentir que, generalmente, los infieles lo son, sí te puede confundir. Y cuando tienes un instinto muy fuerte, y la otra persona te embolina la perdiz, o te marea las palomas, tú empiezas a dudar de tu instinto, que es tu primer mecanismo de defensa que tienes como ser humano. Es como ‘oh, aquí hay algo raro’.

“Y después dices ‘chuta, no, son ideas mías’. Entonces, cuando empiezas a dudar de tu propio mecanismo, es muy complejo, porque después no sabes si las cosas son reales o son, y empiezas a pensar si te estás volviendo un poco loca. Creo que puede ser muy duro verla, pero se corta en ese momento y no se presta para que haya mucha confusión”

Elfenbein: “¿Te dejó nocaut? ¿No te pudiste volver a recuperar nunca?”

Allamand: “No, ¡estoy totalmente recuperada! ¡Mírame!”

Elfenbein: “Es que hay personas que dicen, y me incluyo, que las infidelidades se pueden perdonar”

Allamand: “Es que yo soy un pingüino. Ese es el acuerdo que propongo. A mí me gusta estar con una persona. No entiendo la infidelidad. No entiendo la mentira, más allá de la infidelidad, la calentura y todo eso. Y que una persona tenga las patas para estar contigo y otra persona, y tenga patas para mentirte, de forma tan radical, es algo que para mí es inconcebible. Para mí no es perdonable, fíjate”

Elfenbein: “¿Esa relación se corta y se corta para siempre? ¿La amistad también? O, después de ocho años, ¿se puede volver a ser amigos?”

Allamand: “Yo creo que hay cordialidad. La historia es la historia. Y uno no puede dejar de hacerse cargo de la historia. Si una persona ha sido importante en tu vida, no sé… Las personas que más te hacen sufrir son como los mayores maestros que tenemos. Creo que hay cordialidad, hay respeto y, en mi caso, hay reconocimiento por lo que aprendí. Pero, así como ‘amigui, vamos a tomar café’, en mi caso, es bien difícil”.

Luego, Julián insta a los invitados a hablar del siguiente tema: “Los que sintieron alivio al terminar la relación”.

Allamand: “Sin extenderme demasiado… Cuando por fin obtuve la respuesta que quería, que era la confirmación de lo que yo sospechaba, la primera palabra que salió de mi boca fue ‘gracias’. Así nomás. Cuando por fin me dijeron ‘¿sabes qué?, sí. Esto fue así y así’, porque yo logré tener la verdad de la boca de esta persona. Lo primero que salió de mí fue ‘gracias’ y de ahí fue solamente….

“Gracias, porque no estoy totalmente loca. Entonces, ahora puedo seguir adelante con mi vida. Ya no me tengo que internar en el psiquiátrico, ¿me entiendes? Entonces, sí, después de eso fue salir de eso, cerrar las cosas prácticas y seguir adelante con mi vida nomás.

“Pero sí, la primera palabra de que salió de mi boca no fue ‘¿por qué?!’, porque todos los porqués ya los había hecho. Entonces, fue como, ‘gracias, gracias por tener las patas de reconocer esto y gracias por darme la libertad de decir: no quiero seguir aquí’. Era algo que yo ya sabía.

Elfenbein: “¿Tiago se arrepintió en esta conversación?”

Allamand: “Tendrías que preguntárselo a él”

Elfenbein: “¿Para él fue un alivio esto de separarse?”

Allamand: “No sé, no lo tengo demasiado claro. Como te digo, ese fue el momento en que yo hice el corte. Y de ahí para adelante fue solamente salir de ahí, separar las cosas prácticas y salir adelante. Su proceso personal, no me hago cargo y tampoco lo comentaría.

Elfenbein: “¿Ese corte él lo aceptó?”

Allamand: “Es que no hubo opción. No había nada que pudiera hacer al respecto. Sí, o sea, yo en diez días estaba fuera, fuera de la casa, fuera del país, fuera…

“Ahí me fui a un viaje largo. Renuncié a mi trabajo. Tenía una oferta para seguir trabajando en este canal. Pero yo no quería firmar un cheque en blanco, no sabía qué teleserie íbamos a hacer, no sabía qué personaje iba a hacer, no sabía con quién iba a tener que trabajar y había mucha gente involucrada en esto. Me podía tocar con él y con cualquiera. Entonces, tomé la decisión de no aceptar el contrato que me estaban ofreciendo, que era súper bueno en términos económicos y por una cantidad de tiempo bastante buena.

Elfenbein: “El permanecer acá, cuando tú dices que había mucha gente involucrada, ¿tenía que ver con una compañera tuya, con una actriz la infidelidad?

Allamand: “Con más de una te diría yo. No sé si de elenco, pero lo que pasa es que somos 17 millones de personas nomás. Entonces, ya eso acota. Y después, si sigues achicando, somos un medio súper chico, todos se conocen y había gente muy cercana involucrada. Y también había gente que ayudó a esconder. O sea, habían muchas mentiras.

“Yo creo que todos tenemos una cuota de responsabilidad, todos. Yo tampoco digo ‘oh, esto que me hicieron’. O sea, yo también soy súper consciente y en algún momento hice mi mea culpa en muchos aspectos. Yo soy súper consciente de cuáles fueron mis errores, ahora, con el tiempo que he tenido cómo para sanarlo.

“Pero, en ese momento, yo sí creo. Hablar de culpa es muy complicado, pero sí creo que hay responsabilidades. Y sí creo una persona que, de alguna manera, no se hace cargo o no le importa que tú estés con alguien, y te pasé a llevar, si tiene una cuota de responsabilidad y de crueldad”.