El chef Yann Yvin contagiado de coronavirus: «Los que no tenemos síntomas somos una bomba de muerte…»
Desde Canadá Yann Yvin, quien tiene coronavirus y termina la cuarentena, se refirió a las personas contagiadas que no presentan síntomas, o los tienen leves y atípicos, como en su caso.
“Cada uno de los que no tenemos síntomas somos literalmente una bomba de la muerte. No hay que olvidar esa palabra: muerte», dijo el chef francés de 54 años en el contacto con el matinal de Mega Mucho Gusto desde Canadá, donde tiene su hogar con su esposa e hijas:
“Cada vez estoy mejor, ya estamos terminando la cuarentena. Fue algo bastante sorprendente y quería contar un poco lo que me pasó. Es muy importante, porque tengo pocos síntomas y al final todos sabemos que vamos a tener pocos síntomas, y eso es lo más peligroso.
“Cada uno de los que no tenemos síntomas somos literalmente una bomba de muerte. No hay que olvidar esa palabra: muerte.
“Estoy contagiado yo y mi familia. Llegué a Canadá más o menos el 11 de marzo, para ver a mi hija que estaba terminando sus estudios de artista circense e iba a ver su primera audición para el Cirque du Soleil.
“Me junté con unos amigos la misma noche. Eran 17 personas y 15 tenemos coronavirus. En ese tiempo no había tanto ruido alrededor del virus, entonces cada uno hacía su vida y eso es lo peor, realmente es lo peor. Sin saberlo, seguramente contagiamos a muchas otras personas.
«Por suerte de las 15 personas ninguno tuvo síntomas graves, todos fueron leves. Eso es lo peor, tener síntomas leves.
“A una de las personas le tocó un poco más grave, tres o cinco días después de la junta. Fue al hospital, lo recibieron, le hicieron el test. Después de 24 horas dio positivo y nos llamaron del hospital a cada uno de la junta y nos invitaron a hacernos el test. Ahí supimos que 15 salimos positivos.
“Cada uno tuvo síntomas distintos. Los míos fueron bastante leves: fatiga extrema, pérdida del olor y del sabor, esto es algo raro, pero hay que saberlo, existe. También dolor de guata, bastante dura, no diarrea, pero como una úlcera. Cansado-cansado eso sí.
“Y más que eso no fue mucho. No había tos, no había fiebre. Eso es realmente lo peor y lo quiero subrayar: somos cada uno una pequeña bomba. Sin saberlo, después de esa reunión fui al restaurante, seguí una vida normal, hasta que el gobierno canadiense obligó a la gente a quedarse en sus casas.
“Pero fueron dos día donde hice mi vida, eso es una rabia, porque es muy peligroso. Y cuando veo en Chile, donde más de 500 personas no respetaron el toque de queda y salen, no se dan cuenta. Estamos hablando de muertes, cada uno somos una bomba” –AQUI EL VIDEO-.