Jordi Castell fue a ver a su madre que vive sola en Rancagua: “Tuve que ir para proveerla de cosas que necesite… La abracé y le di un beso. Obvio, si es mi mamá”
“Yo la abracé y le di un beso. Obvio, si es mi mamá. No puedo no hacerlo», le contó Jordi Castell a Karla Constant.
El fotógrafo entrevistó a la animadora a través de un contacto en El Aperitivo, el programa que Castell transmite en vivo a través de Instagram.
En el espacio se habló sobre la vida en medio de la cuerentena por el coronovirus, entre otros temas:
Karla Constant: “Hablando de tu mamá, ¿cómo está ella?”
Jordi Castell: “Un poquitito mayor. Está de salud no muy bien. Entonces, claro, tuve que ir a verla y estar con ella para proveerla de cosas que necesite para los días. Por suerte es Rancagua, aquí al lado. Pero igual me dio nervio ir a Rancagua porque era traspasar el cordón sanitario. Pero pucha, igual es mi mamá.
“Es una mujer que está un poquitito, no postrada, pero sí con un bastón y no puede valerse por sí sola para hacer las cosas”
Constant: “Pero hay mucha gente en esa situación. Para mi lo más difícil es no estar con mis papás. Igual a veces le paso a dejar cosas a mi mamá. Y el no poder abrazarla, verla a la distancia, me corren las lágrimas”
Castell: “Yo la abracé y le di un beso. Obvio, si es mi mamá. No puedo no hacerlo. Además que… Sí poh, si mi mamá vive sola. Entonces, como que mi hermana está en Antofagasta, mi hermano en Concepción. Y lo pensé para mí: ‘¿Hace cuánto que no la abrazaba un hijo?’. Llevábamos un mes que estábamos en cuarentena. ¿Cuánto? Un mes y medio.
«Y fue como, ná, la abracé y le di un par de besos. Si me lo pega ella a mí, o yo, por último era un familiar”
Constant: “¿Y nunca pensaste en llevártela a vivir contigo?”
Castell: “No tengo pieza de alojados”
Constant: “Te haces una poh. ¿Qué es eso de allá atrás?”
Castell: “La cocina”
Constant: “Ah, no, ese no es un buen lugar (ríe). Te cambias de lugar”.