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Diana Bolocco en la graduación de Pedro, su hijo mayor, junto a Cristián Sánchez, en diciembre de 2019, en una foto que compartió en su Instagram @dianaboloccof

Diana Bolocco sobre la graduación de su hijo mayor: «Fue heavy, porque no estaba preparada y sigo sin estar preparada. Sentir que se cumple una etapa…»

Autor: Equipo Glamorama / 3 mayo, 2020

Hace una semana Leonor Varela entrevistó a Diana Bolocco a través de una transmisión en vivo por Instagram.

En la ocasión la actriz y la animadora hablaron de la familia, la cuarentena y otros temas.

En un momento, Varela la transmitió a Bolocco la pregunta que realizaba un usuario conectado al espacio. La consulta tenía que ver con la graduación de cuarto medio, en diciembre pasado, de Pedro, de 18 años, el hijo mayor de la conductora y su primer marido, Gonzalo Cisternas:

Leonor Varela: «Naty pregunta: ‘¿Cómo fue ver graduarse a tu hijo mayor?’. Crecen tan rápido, posteaste que ya se graduó. ¿Y qué pasó con ese apego?, ¿contigo como mamá?”

Diana Bolocco: “Es tremendo, es cero fácil, yo no estaba preparada para eso. Soy muy llorona con todo lo que tiene que ver con mis hijos.

«Por ejemplo, voy a la presentación de fin de año del jardín y lloro. Cantan una canción, lloro. Baila ballet la Gracia, lloro. Cualquiera cosa. Te juro que Cristián me dice ‘no puedo creer que estás llorando de nuevo’. Sí, lloro, frente a cualquiera.

“La Gracia se graduó del jardín el año pasado, entonces le pusieron esto, muy gringo, cap and gown, y sale en el escenario y yo ya estaba llorando. Y así con todas las cosas.

“Entonces para mí la graduación fue heavy, porque no estaba preparada y sigo sin estar preparada. Sentir que se cumple una etapa y yo me hago la chora, porque yo pretendo criar a mis hijos en libertad. Para mí el valor más importante es libertad de todo tipo, de pensamiento, de palabra, de espíritu”

Varela: “¿De acción también?”

Bolocco: “Con responsabilidad. Supongo que les he dado las herramientas suficientes. Por supuesto la de cuatro no tiene completa libertad (risas), pero sí que elijan lo que quieren ser.

«Y en eso yo siempre he querido darle las alas más grandes. Pero cuando llega el momento y tu hijo te dice ‘me voy y me quiero ir a estudiar, tal vez fuera’, uno dice ‘no estoy preparada para eso’”

Varela: “No, que nervios por Dios. ¿Y cómo haces para no querer frenarlo?”

Bolocco: “Es lo más difícil que hay y de verdad que el tiempo pasa tan, tan rápido. Probablemente a ti te pasa lo mismo cuando ves a la Luna, yo veo a la Gracia, que va a cumplir cinco años. Ayer estaba acostada con nosotros y le digo a Cristián ‘mira nuestra guaguita’, de este porte. Ya no tenemos guagua y siento que estaba embarazada ayer.

“Y así me pasó lo mismo con mi hijo mayor. Además vienen las culpas, porque uno dice ‘pucha, se me pasó tan rápido el tiempo, ¿dónde estaba?’. Porque a pesar de que uno siempre quiere estar ahí lo más presente, por lo menos a mí me pasa, que siento que nunca se está lo suficientemente presente. Sobre todo a las mamás que trabajamos y que pasamos períodos…”

Varela: “Que difícil eso. Estás tocando una cosa súper importante en temas de maternidad y que mí me importa mucho, porque yo también lo viví, sobre todo con Mateito. Yo me iba cinco minutos y sentía culpa, porque él realmente me necesitaba.

“Y lo que me pasa a mí con la culpa, es que creo que la culpa es un cero a la izquierda, no aporta en nada, ni un poquitito. Ni siquiera como que te motiva a algo mejor, nada. Te resta, te quita energía donde no tiene que estar.

“Entonces es un switch muy complejo de desarmar esa culpa, para poder disfrutar cada momento por lo que es y sentirlo como una bendición. Los hijos son una bendición. Y claro que los estás educando en libertad, porque no son nuestros y van a ir a vivir su vida.

“Tú les das todo el amor y también creo que es muy hermoso que ellos te vean trabajando, sepan que eres una persona increíblemente profesional, generosa. Ese es tu legado, es la manera en que tus hijos también aprenden a ser.

“Los hijos aprenden tanto. Uno cree que tiene que decirles las cosas, pero aprenden tanto viéndote, mirándote cómo actúas, cómo hablas, cómo te paras. Son esponjas”

Bolocco: “Totalmente. Y si uno tiene un discurso armada de una lección y luego por otro lado uno se comporta de otra manera, perdiste. Es tan cierto eso. Lo de la culpa es verdad, yo toda mi vida he dicho que hay que erradicarla, pero a uno le cuesta mucho”.