Jean Philippe Cretton en Viva la Pipol pantallazo
Jean Philippe Cretton en noviembre de 2019, en una imagen tomada de la pantalla del desaparecido matinal Viva La Pipol, en CHV.

Jean Philippe Cretton y su hija de seis años durante esta cuarentena: «Yo no concebía la idea de estar un mes o más sin poder verla, sin poder jugar…»

Autor: Glamorama / 4 mayo, 2020

Martín Cárcamo le preguntó a Jean Philippe Cretton por su hija Moana, de seis años, y el animador de Chilevisión respondió con gran chochera.

Cretton contó que, durante la cuarentena preventiva por el coronavirus, él se va turnando con su ex pareja y madre de la niña,  la diseñadora especializada en fotografía María Paz Igualt, para tenerla por una semana.

Estas fueron sus palabras en el contacto con Cárcamo que realizó durante una transmisión en vivo por Instagram la semana pasada:

Martín Cárcamo: “¿Cuántos años tiene tu hija?”

Jean Philippe Cretton: “Seis. Está más rica”

Cárcamo: “¿Sabes qué me llama la atención de tu hija? Porque su carita tú no la muestras (en Instagram), pero siempre la muestras haciendo cosas así como de atrás”

Cretton: “Es como mi Patito Frez (risas)”

Cárcamo: “Eso te iba a decir, es tu voz en off. Tiene algo tu hija, que es impresionante la capacidad de vocabulario que tiene, como la impronta que tiene para hablar”

Cretton: “La cagó”

Cárcamo: “Pero es impresionante”

Cretton: “Y vieras las cosas que de repente me dice o me pregunta, quedas para adentro. Yo sé que todos los papás hablamos bien de nuestros niños, pero es que la cagó, de repente me hace unas preguntas así como filosóficas y quedó marcando ocupado”

Cárcamo: “¿Pero siempre fue tan locuaz, tan buena para conversar?”

Cretton: “Ahora última se ha vuelto más. Estoy aprovechando, no ves que dicen que después cuando crecen ya no te pescan. Así que aprovecho de conversar todo el rato de lo que sea”

Cárcamo: “Dímelo a mí. Es verdad. Mi hija mayor tiene 15, uno no se da ni cuenta y empiezan a crecer. Y pensaba cuando yo antes dormía con ella, así como que la regaloneaba y ahora, claro, están más grandes, no pasa eso. Y se pasó el tiempo así”

Cretton: “Súper rápido”

Cárcamo: “¿Eres papá regalón? ¿Cómo eres como papá? ¿Papá mamón, estricto,?”

Cretton: “Soy papá regalon, soy papá mamón, soy papá cariñoso, así como de harto abrazo, medio cargante por momentos. Me cuesta ser estricto, debo reconocerlo, pero eso me ha hecho perder cierta credibilidad con mi hija al momento de enojarme. Me queda mirando así como ‘¿me estai webiando?’ (risas).

“Pero en general bien. Mi hija también se porta impeque, no me da ningún problema, es súper tranquila. A lo más como que de repente no me hace caso en algo. Pero en general no tengo mayores problemas y es muy bonita la relación que tenemos, muy compinches”

Cárcamo: “¿Eres de horarios, de preocuparte de la alimentación o de comer, o chao?”

Cretton: “Trato de cuidarla obviamente, pero sin volverme loco. Trato de que coma sano. Por ejemplo, ahora le estoy haciendo tomatito, pepino, cosas así para que coma bien. Pero no voy a estar tampoco ‘¡no te comas el chocolate!’. No poh, que coma, que lo pase bien.

“Más encima con esta época de cuarentena uno se replantea tantas cosas, que dices ‘ya, que me voy a estar preocupando de tanta weá. Pasémoslo bien y habrá tiempo para lo otro después’”

Cárcamo: “Claro, es verdad, ser estricto no tiene mucho sentido”

Minutos después:

Cretton: “Hablando de mi hija, llegó. (Le habla a Moana) Dile ‘hola Martín’, solo eso. (Se escucha que la niña dice algo) Ah, está leyendo”

Cárcamo: “Me gusta el tono de voz que tiene, ‘no me molestes papá’, es como de película”

Cretton: “Es maravillosa. Claro, es como un cartoon, como monito animado, ¿cómo fue la otra que me dijo? Ella siempre es políticamente correcta, entonces me dijo algo así como ‘papá, estoy jugando, podrías no molestarme por favor’ (ríe). Yo como ‘ok, me retiro’”

Cárcamo: “Oye, ¿y cómo lo están haciendo con la cuarentena? ¿Estás semana contra semana?”

Cretton: “Sí, estamos haciéndolo así, semana con semana, pero en ambas casas absoluto cuidado. Para serte bien sincero, yo no concebía la idea de estar un mes o más sin poder verla, sin poder jugar.

“Más encima los procesos de los niños son tan rápidos, que no me los quiero perder. Así que ahí llegamos a un acuerdo y ambos cuidándonos. Ha estado funcionando todo bien hasta ahora”.