Renata Bravo sobre el complicado momento de salud que pasó: «Me da la mano y le digo ‘doctor, si yo me muero quiero donar mis órganos y quiero que me cremen…’»
“Es que yo de verdad pensé que me iba a morir. Llego a la clínica y yo gritaba ‘¡me muero, me muero!’. No me importó ser reconocida, la Renata Bravo alharaca. Chao. Yo sentía que me estaba muriendo, si no podía respirar».
Este es parte del relato de Renata Bravo sobre los momentos previos a que la operaran de urgencia, en septiembre del año pasado, tras la perforación de una úlcera gástrica.
Hace unos días, en un capítulo de Cocina Fusión, Yazmín Vásquez -quien trabaja con Bravo en el programa MILF y son amigas- contó que le recomendó a la comediante que usara una solución medicinal que se usa para ayudarle a tener una evacuación intestinal, lo que habría agravado su estado.
Horas después de ingerir la solución, la actriz de 45 años colapsó en el baño de su departamento. Así lo contó Bravo esta semana en el late Sigamos de Largo, animado por Segio Lagos y Maly Jorquiera en Canal 13:
Renata Bravo: “Lo que pasa es que la Yaz tiene una forma de ser tan particular, ella tiene dato para todo. Entonces, estábamos en ese ensayo de las MILF, el primer ensayo (del café concert que realizaron las tres integrantes del programa televisivo). Esto fue el 23 de septiembre más o menos. Y estábamos en mi casa, en el salón de eventos, las tres con el director.
“Yo esa tarde había hecho las MILF y le comenté a la Yaz ‘estoy tan hinchada, hace como diez días que no voy al baño’. ‘Pero weona, ¿cómo se te ocurre? Hijita, vaya a la farmacia y se compra un fleet y se hace su lavadito’. ‘No. Me carga hacerme lavados’. ‘Es que hay lavados para tomar y otros por abajo’.
“Parto a la farmacia, así hinchada que parecía de nueve meses, horrible. ‘Oiga, amiga, me dijo la Yaz que había unos fleet para tomar’. ‘Aquí están, tiene que hacer la mezcla’.
“Llego a mi casa, hago el preparado y me lo tiro para dentro. Bajo al salón de eventos y les digo ‘me lo tomé recién, así es que lo más probable es que me haga efecto y en cualquier minuto tenga que ir al baño’.
“Empezamos en el ensayo y de repente… Y quedo doblada, y la Yaz ‘sí, esos son los cólicos, si duele… Anda al baño’.
«Me fui a mi departamento. No sé cómo pude subir, y esa misma noche terminé operada de urgencia en la clínica, porque se me perforó una úlcera”
Sergio Lagos: “Ahora nos reímos, pero es muy grave, ¿te asustaste?”
Bravo: “O sea, estuve a punto de morirme. Esto fue así: yo uso el coche de mi hija como carro de supermercado. Entonces, ese día había bajado picoteo, cafecito, en ese coche. Subí a mi casa y dejé el coche. Como no volví, las chiquillas subieron el coche.
“Entraron a mi departamento, no había nadie, era tarde. ‘La Renata se habrá acostado’, pusieron el carro en mitad del pasillo y se fueron, y eso me salvó la vida. Porque mi marido se levanta y dice ‘¿por qué está este carro al medio del pasillo?’. Me empieza a buscar y yo estaba tirada en el piso del baño… No podía respirar”
Maly Jorquiera: “¿Y estuviste realmente al borde de la muerte, que te fuiste?”
Bravo: “O sea, si se te perfora una úlcera lo que sucede es que empiezan a salir jugos gástricos a la sangre, se te infecta la sangre. Lo que hay que hacer sí o sí es operar eso, cerrar ese hoyo.
“Pero lo que me explicó el doctor, cuando yo estaba ahí con todas mis cuestiones, con tubos, yo quedé con mucho miedo, porque dije ‘¿qué pasa si a mí esta cuestión me da arriba de un avión?’
“Me dice ‘tu dolor era tan fuerte, que sí lo podrías haber aguantado unas horas más’. Hay personas que esperan más horas y no se mueren, pero sí hay que operar inmediatamente”
Lagos: “¿Es verdad que tú le dijiste al doctor que tenías una idea de como querías que fuera tu funeral?”
Bravo: “Sí, es que yo de verdad pensé que me iba a morir. Llego a la clínica y yo gritaba ‘¡me muero, me muero!’. No me importó ser reconocida, la Renata Bravo alharaca. Chao. Yo sentía que me estaba muriendo, si no podía respirar.
“Entonces me pasan al box e inmediatamente el doctor me dice ‘por favor, ¿qué te duele?, ¿de dónde viene tu dolor?’, y me pone morfina. Y cuando me pone la morfina yo pude contarle ‘doctor, pasó esto y esto’. Y me lleva a hacerme un scanner y dice ‘hay que operar altiro’.
“Cuando llega el gastroenterólogo, Rodrigo Muñoz, igual al actor, mijito lindo, lo quiero tanto, me salvó la vida ese hombre. Llega, yo ya estaba lista para entrar a pabellón, le digo ‘doctor, ¿me voy a morir?’.
«‘No, tranquila’, me da la mano y me empieza a hacer nanai en la mano. Y yo le digo ‘doctor, si yo me muero quiero donar mis órganos y quiero que me cremen’.
“Porque muchas veces la familia no respeta esas cosas. Entonces es al doctor es a quien hay que pedirle que respeten el deseo de uno en último minuto”.