Francisca Ayala desde Rapa Nui, alejada de su hijo mayor en cuarentena en Santiago: «Había dejado todas mis cosas allá y dije ‘voy y vuelvo, hijo’. Y de repente se cierran las fronteras…»
Al morir, la abuela de Hotuiti Teao dejó una casa en Rapa Nui y le hizo prometer que allí instalaría un hotel.
El ingeniero comercial y modelo, su esposa Francisca Ayala y su hijo menor se trasladaron a la isla en 2017 para cumplir el compromiso y hoy continúan allá a cargo del hotel.
En Santiago quedó Sebastián, el hijo mayor de Ayala, de 21 años, estudiante de ingeniería civil.
La última vez que se vieron fue durante el verano. Desde entonces no se han podido reencontrar, debido a las medidas preventivas frente a la pandemia de coronavirus.
La comunicadora habló sobre esto en un contacto que realizó hace más de una semana con el espacio que Angélica Castro transmite en vivo a través del instagram de Velvet:
Angélica Castro: “¿Cómo estas manejando esa ansiedad natural de mamá, me imagino, de querer agarrar a tu hijo, abrazarlo, estar con él?
Fran Ayala: “Nosotros, en febrero, estuvimos juntos en el Festival y nos devolvimos a mediados de marzo. Viajaba a Estados Unidos, iba a terminar unos cursos que tenía allá, y nos íbamos a ir juntos. Nosotros nos vemos una vez al mes siempre. Había dejado todas mis cosas allá y dije ‘voy y vuelvo, hijo’.
“Y de repente se cierran las fronteras y es un poco desesperante porque, si bien la isla es maravillosa, y todo lo que tú quieras, también sientes esto de no poder salir, de no poder moverte, de no poder ir a donde tu gente. Ha sido súper duro.
«Yo creo que, para muchas mamás, te cortan algo súper importante. Porque, cuando nos extrañábamos, yo le decía al Sebita ‘tómate un avión, tienes pruebas, pero estudia acá y devuélvete el lunes’. Y así lo hacíamos cuando había esa necesidad grande de estar juntos.
“Ahora ha sido súper difícil. Igual hablamos todos los días, nos hacemos nuestras camaritas cuando se puede, cuando hay buena señal, porque igual la señal de repente… Ahora se ha portado bien, y estoy aquí, literalmente arriba de algo, en el portón de mi casa. Nos ha costado estar separados, porque él es súper mamón y nos gusta estar juntos.
“Y esta incertidumbre. Acá por lo menos en dos meses no se va a abrir el aeropuerto. Entonces en junio, julio tampoco lo voy a poder ver. Lo tengo asumido. Esperemos que agosto se abra todo y se encuentre la vacuna.
«No sé. Tantas cosas que tiene uno como ideales que pueden suceder para que la gente esté bien, esté sana y podamos reencontrarnos todos los seres queridos que tenemos lejos y que estamos separados. Hay gente que, estando mismo en Santiago, no puede ir a ver a sus familiares.
“Esta cuarentena y virus ha pegado súper fuerte a mucha gente. Económicamente nos vamos a levantar, porque mientras existan emprendedores, gente con luz que se levante para ser un día mejor, siempre vamos a salir adelante económicamente. De eso no tienen que tener ningún tipo de dudas. Siempre nos vamos a levantar para dar trabajo a otros. En eso estamos muy tranquilos”.