Alvaro Rudolphy en inédita entrevista: “Yo no quería tener hijos, no me quería casar, nada… Y ahora me muero por ellos, me muero de amor»
Alvaro Rudolphy contó que él, su esposa la periodista Catalina Comandari e hijos de siete y nueve años tuvieron coronavirus.
El actor, que en contadas ocasiones se ha referido a temas más allá de su trabajo, también habló sobre como enfrenta el ser conocido y se refirió la visión que en un principio tenía del matrimonio y la paternidad y como esta cambió drásticanente.
Rudolphy se contactó con el espacio que la periodista Carolina Honorato emite en vivo por el instagram de @Emporiosiete. Esta fue parte de la conversación:
Carolina Honorato: “Hay actores que se me quedaron clavados en algún personaje. Reconozco que contigo voy en todos los juegos, te creo cuando eres malo y te creo cuando eres divertido. Eso la gente lo dice mucho, pero tú debes saberlo”
Álvaro Rudolphy: “Sí. No sé. Sabes que a mí se me olvida. Hace poco tuve que salir, con permiso, mascarilla, qué sé yo. Me saqué la mascarilla en el auto, paré en un semáforo, había un gallo haciendo malabarismo y se me acerca.
“Me dice ‘¡hola Álvaro!, ¿cómo estai?’. Y yo dije ‘¿por qué me conoce?’. Pensé que lo había conocido en alguna parte o en alguna cosa, ¿cachai o no? Y después dije ‘no, este weón seguramente me ve en la tele’. Te juro que como que no asocio de repente”
Honorato: “Y tú que te casaste más grande, ¿te ha costado eso con los niños?”
Rudolphy: “(Se ríe) Me casé viejo”
Honorato: “Les voy a contar algo. La primera vez que entrevisté a Álvaro, él no conocía a la Cata (Comandari) ni nada, nos peleamos y la entrevista no salió publicada. Después tuve que reconciliarme con él, porque salía con mi prima (Honorato es prima de la esposa del actor).
“Cuando lo entrevisté esa vez, la segunda vez, él me dijo una serie de cosas que no cumplió ni una. Que los niños no iban a ir a colegios católicos, que él no iba a vivir en tales barrios.
“Y llamé a la Cata y le dije ‘Cata, te vas a pegar un cabezazo contra la pared’. Miren lo que hizo, ahí está, con dos niños, una vida tradicional con todas sus locuras o oscuridad, como dice él que tiene. Ahí está en una vida normal. ¿Fue así o no?”
Rudolphy ríe: “Sí, fue así. Yo no quería tener hijos, no me quería casar, nada. Pero cada vez que escupo al cielo se me devuelve pero triplicado. Siempre. Es heavy.
“Hay muchas cosas que digo ‘no lo voy a hacer’, como estos Zoom. Pero digo ‘no, no lo voy a hacer’ y termino haciéndolo, ¿por qué? Ahora tengo un perro también”
Honorato: “¿Pero por qué no querías tener hijos?”
Rudolphy: “Porque para mí era un cacho, yo no quería transar mi libertad, de verdad. Y ahora me muero por ellos, me muero de amor.
“Y siempre. De hecho, empiezo a pensar ‘¿qué otra cosa he dicho que no voy a hacer nunca?’, porque seguramente la voy a terminar haciendo. Es raro, es mi última vida en este planeta, debe ser por eso”
Honorato: “Nosotros fuimos a un matrimonio civil precioso, lindo, lo pasamos regio. Pero después se casó por la Iglesia”
Rudolphy ríe: “Sí”
Honorato: “Y ahora tienes perro, ¿qué haces con un perro?”
Rudolphy: “¡No sé!”
Honorato: “¿Pero tú querías tener un perro?”
Rudolphy: «Además dije ‘yo del perro no me encargo ni cagando, o sea, olvídenlo’. Bueno, ahora en la mañana le doy la comida, le limpió la caca, el pipí, le hago cariño al perro”
Honorato: “Este hombre muere por la boca, efectivamente, pero ha armado una linda familia. ¿Estás contento?”
Rudolphy: “Sí, absolutamente contento”.