«Fue un bajón de dos o tres días y ya después estuve bien…»: Joche Bibbó rememoró cuando Michelle Carvalho entró a Mundos Opuestos a contarle que le fue infiel
Esa noche de marzo de 2012 el rating llegó a 29 puntos con Mundos Opuestos. Ese día Canal 13 mostró como la modelo brasileña Michelle Carvalho entró al reality para contarle a su pareja, Joche Bibbó, que le había sido infiel mientras él estaba en el encierro.
Es uno de los momentos clásicos de los reality chilenos y Bibbó rememoró el momento en una conversación con Hugo Valencia que el periodista emitió en vivo por instagram hace más de un mes.
Estas fueron las palabras del ex chico reality argentino:
«(Mundos Opuestos) Fue duro físicamente. Fue un reality donde los problemas surgían por las competencias físicas y el cambio de mundo, entre no tener y tener. Y cuando uno estaba en el pasado de verdad no tenías comida, era lo justo y necesario. Entonces la competencia era el origen y foco de los problemas. No era por quién se agarraba más minas o insultaba a alguien, era por la competencia, los huevos que cada uno le ponía.
“El momento que todos reconocen a full es el de la Michelle Carvalho. En su momento fue triste, pero hoy lo veo y para mí fue divertido, lo paso bien, digamos. Era como una novela.
“Yo me acuerdo, porque no sabía lo que iba a pasar. Me parecían cosas raras. Estaba dentro del reality. Iba tanta gente a ver el reality de afuera, se colgaban de los alambrados y te gritaban ‘¡gorreado. Joche gorreado!’. Se escuchaban los gritos en la mañana y en la noche. Era cuando todo se bajaba, se apagaba. Uno pensaba, pero nunca te imaginabas lo que podía haber llegado a pasar. Incluso fue la Tanza Varela a hacer una actividad y me preguntó si me imaginaba algo o pensaba si era un gorreado. Y yo ‘no. Está todo bien’.
“Cuando pasa y se abren las puertas, llega la Michelle y me dice ‘tengo que hablar con vos’, bueno, ahí más o menos me lo imaginaba. Pero tampoco me lo imaginaba tanto.
«Ese momento fue de película porque estábamos sentados en la piscina, en una hamaca, y se pararon todas las cámaras. Tenía una al frente, otra al costado, por otro lado. Era como la escena del año, como si fuera una película. Y me contuve ahí, porque te dan ganas de decir ‘por qué no te vas a la punta del cerro’, te dan ganas de mandarla a la mierda.
“Pero el encierro hizo que todo eso se neutralizara mucho más rápido, porque la falta de información, o la falta de comentarios… Porque si terminas con una persona y te la sigues cruzando, sigues hablando, te cuesta mucho más terminar esos lazos. Y yo en el encierro, la Michelle no estaba y había como terminado con la Domi, volví de nuevo, hizo que el efecto de angustia desaparezca mucho más rápido. Fue un bajón de dos o tres días y ya después estuve bien”.
