Ahora hace muebles, cuchillos y limpia la huerta: la nueva vida de Matías Assler junto a Juana Ringeling en Cachagua
Matías Assler habló con Angélica Castro por Instagram Live sobre su nueva vida en Cachagua alejado de las teleseries y los eventos.
El actor de 31 años, cuya última aparición televisiva fue en la teleserie Amor a la Catalán, de Canal 13, dejó su vida en Santiago y se instaló en Cachagua con Juana Ringeling, su polola.
Assler contó detalles de su vida en el sector y se refirió a los inicios de su relación con la actriz:
Matías Assler: “En un minuto se me acabó el contrato con Canal 13 de la última teleserie que hice, Amor a la Catalán, y ahí la pega no empezó a estar tan buena. Empezamos a estar más complicados de pega, etonces dijimos ‘ya, no tenemos nada que estar haciendo en Santiago’.
“La Juanita es nacida y criada acá en esta zona, en la Quinta Región. Dijimos ‘vamos a ver lo que pasa allá’. Nos vinimos en noviembre y ahí nos instalamos acá. Después no quise volver y la Juana tuvo que ir a Estados Unidos a terminar de grabar un documental y yo me quedé acá desde ahí.
“Así que ahí empezó toda esta magia, por decirlo, de reencontrarme con todas las cosas y de también ir superando mis inseguridades y mis miedos. De estar trabajando todos los días a tener que empezar a tener que hacer… Al principio empecé a hacer muebles, el primer mes de la cuarentena aprendí a soldar”
Angélica Castro: “¿Cómo aprendiste? ¿Te enseñaba alguien? ¿YouTube?”
Assler: “La Juanita se está construyendo una casa, la ayudo yo en algunas cosas y hay un maestro ahí, Claudio Pezoa, que es un constructor sequísimo de acá y muy buena persona. Le dije ‘Claudio, me muero por aprender a soldar’. Me dijo ‘ven, te presto mi máquina, te enseño y, si quieres, te la llevas para la casa. Yo no la uso todos los días’.
“Ahí empecé. Hice un par de muebles, vendí como tres muebles, y quedaron buenos, a pura gente conocida eso sí. Siempre he hecho un poco de mesas o cosas así durante mis tiempos libres. Me gustan las manualidades. Y después me dio por hacer cuchillos, empecé a hacer cuchillos, hice tres cuchillos. Y así, de a poquito, voy pellizcando un poco de todos lados y entreteniéndome en cuarentena. También buscando y aprendiendo cosas que son para todo al final”
Castro: “Te he visto trabajando en la huerta”
Assler: “Sí. Ahí no hago nada. Voy, me siento al lado de la Juana y le converso. El otro día me dice ‘oye, Matías, agarra el azadón y límpiame esta cuestión’, y lo empecé a hacer. Y me mira y me dice ‘¡¿me estai webiando?!’.
«Y no es que yo sea tan ñurdo tampoco, pero ella tenía una agilidad con el azadón, una cuestión increíble, práctica. De repente está horas ahí, cuatro o cinco horas haciendo la huerta. Y uno que cree que se las sabe todas. ¡Dónde la viste! No cachaba nada”
Castro: “Te escucho hablar de la Juanita, porque ambos son conocidos, ¿pero, cómo se conocieron? ¿Fue a través de la actuación o del campo? A los dos como que les gusta la naturaleza. La conexión es perfecta y es difícil a veces de encontrarla en un medio donde uno no está tan conectado”
Assler: “Nos conocimos haciendo una obra de teatro, un musical, que era Piratas del Caribe. Y después de conocernos nos hallamos en esto de la naturaleza y en el amor por estar al aire libre. Ahí fue donde enganchamos. Aparte de lo bien que lo pasábamos actuando juntos”
Castro: “¿Sentías una necesidad de estar más conectado con la naturaleza, más en silencio, cuando estabas en las teleseries? ¿O cuando terminaste te diste cuenta? Porque a veces uno, cuando está arriba de la pelota, no se da cuenta.
Assler: “Fue una mezcla. Pero me sorprendí harto de mí mismo cuando paré. Un par de días, como que medio desenchufado, de repente empecé a agarrarle un gustito al hacer de distintas maneras otras cosas.
«Me ha sorprendido bastante porque el cambio ha sido súper de hacer una cosa a otra nada que ver. De grabar y aprenderme los textos al otro día tener que ir a un evento de una fundación o marca, ahora he tenido este cambio. Por ejemplo, ahora en la mañana llevándole alimento a los caballos, preocupado que un caballo tiene una lesión en una pierna, ponerle los remedios. Es como muy nada que ver, pero muy entretenido”.
