«Me agobié, le dije ‘loca, no, sorry. Me encantas, pero de verdad yo así no puedo…’», recuerda Cristián Sánchez sobre la vez que quiso terminar con Diana Bolocco
«La Diana al principio era un poquito más posesiva. De hecho, cuando nosotros empezamos a salir, un día la llamé para terminar y era justamente por eso, porque todo el día llamando», contó Cristián Sánchez sobre la vez que quiso terminar con quien se convertiría en su esposa y madre de sus hijos.
El animador de 48 años se comunicó con el espacio de entrevistas de Martín Cárcamo en Intagram, donde se refirió a crecer junto a seis hermanos, a su vida a un año de que dejó el matinal de TVN y la escolaridad en casa de sus hijos en este período de pandemia (“Qué locura… Aparte que yo nunca fui muy brillante en el colegio, entonces había materias que no entendía ni una cuestión”, afirmó).
En tanto, este fue su relato sobre la noche en que quiso poner fin a la relación con Bolocco:
Martín Cárcamo: “¿Cómo se construye una familia sana en una segunda vuelta, en este caso de parte de la Diana, con hijos de la primera relación y con hijos ahora contigo? ¿Cómo se hace para que esta familia ensamblada funcione bien?”
Cristián Sánchez: “Yo le echo la culpa a los dos hijos grandes de la Diana, a Pedro y a Diego. Pedro cumplió 20 y Diego tiene 17. El otro día en el cumpleaños de Pedro le decía ‘loco, yo te conocí de seis años y a Diego de tres’. Es una locura.
“Yo creo que ellos, sobre todo al comienzo, fueron muy importantes en este ensamblaje porque tienen una capacidad de amor gigantesca, son fáciles y conmigo fueron generosos. Es difícil después de una ruptura matrimonial que llegara una persona equis a su casa y me recibieron desde el primer día muy pero muy bien. Creo que nunca tuve un momento de dificultad o de que me miraran raro, feo, que me hicieran algún comentario.
“Después ellos mismos con los dos más chicos babean. O sea, la chochera es máxima y los disfrutan mucho.
“Y en términos de pareja, lo fundamental es dejar ser. Cuando uno está en pareja no se transforma en un individuo, sino que son dos que van de la mano y a la par. Por lo mismo a la Diana tuve que modificarle algunas perillas, dejar ser. ¿La vida es muy rica estando solo? Sí ¿La vida es muy rica estando en pareja? Sí. Pero sobre todo es muy rica compartiendo los momentos y dejando ser como cada uno es.
“Eso a la Diana al principio le costó un poco. Me va a llegar… Yo soy libre y me encanta que ella también sea libre. Yo no webeo en nada y la Diana al principio era un poquito más posesiva. De hecho, cuando nosotros empezamos a salir, un día la llamé para terminar y era justamente por eso, porque todo el día llamando.
“Nosotros llevábamos tres semanas o un mes saliendo y yo venía de seis años de soltería, entonces era un espíritu libre, indomable, salvaje. Y de repente la Diana mucho de llamado permanente varias veces al día, en términos cariñosos, no era para controlar, ¿pero para qué tanto?
“Y me acuerdo que me fui un fin de semana con unos amigos al sur y ahí me agobié, le dije ‘loca, de verdad no, sorry, no. Me encantas, buena onda, pero de verdad yo así no puedo’. Y traté de terminar por teléfono y ella me decía ‘¿pero cómo? Pero explícame qué es lo que te molesta de mí’. Yo le explicaba ‘tú eres así, así y así, por eso creo que esta cuestión tiene que llegar hasta acá’.
“‘A ver Cristián, lo que tú me quieres decir…’, y me embolinaba la perdiz, estuvimos media hora en esta, ida y vuelta cada vez que yo quería terminar. Hasta que al final por cansancio le dije ‘ya, ok, hablemos mañana’, cortamos y seguimos pololeando.
“Y no pude terminar solamente porque ella… No sé si fue una estrategia, algo me hizo. Eran las 11 de la noche, ‘¿sabes qué más? Chao loca’. Estaban todos mis amigos carreteando y yo quería ir para allá. Y bueno, no terminamos esa y de ahí no terminamos nunca más poh. Gracias a Dios”
Cárcamo: «¿Pero ahí ella entendió que tenía que soltarte un poco, dejarte ser?”
Sánchez: “Sí, pero se le olvida de repente. Si uno es un espíritu libre. Yo no soy de esos compadres que dicen ‘tengo que salir con mis amigos’. Nada, cero de eso. Pero sí cuando hay un almuerzo con los amigos que sea fácil, que no sea la clásica ‘¿para dónde vas?, ¿con quién vas?’. Todo eso ensucia. Entonces insisto, dejar ser».
