Glamorama
Kika Silva y su perro Gin en una foto que compartió en su Instagram @kikasilvas en diciembre de 2020.

La bonita vecindad de Kika Silva: «Hay tres chats de WhatsApp, el formal, otro los buena onda y otro más los jóvenes… 4 AM, ‘¿quién tiene hielo, o bebida, o pisco?’»

Autor: Equipo Glamorama / 28 febrero, 2021

Kika Silva ha contado en entrevistas que con la llegada de la pandemia, hace un año, y el inicio de las cuarentenas lo pasó mal.  «Sí, estuve en el hoyo negro, sobre todo al principio», ha dicho.

La figura televisiva también explicó cómo el contacto con sus vecinos le ayudó a superar ese estado de ánimo.

«Yo hablo constantemente de mis vecinos y literalmente mis vecinos hoy día son parte de mi vida, son todo», afirmó hace unos días en una entrevista en Al Desayuno, espacio que Cristián de la Fuente conduce en Instagram.

Así continuaron las palabras de Silva:

“Desde que yo me puedo pasear en pijama, a tomar desayuno un día domingo, que puedo juntarme a entrenar en algún departamento, que me junte a tomar vino o cuando he tenido pena he podido llorar con alguien. Todo.

“Y lo más genial es que sí hay mucha gente joven, pero también hay de todas las edades y entre todos nos llevamos bien. No es que haya pura gente de mi edad y soltera, no, hay de todo. Es como un reality show, están todos los personajes en el edificio, todas las edades, todas las situaciones. Los recién casados, los recién casados con hijos, etc.

“Los que tienen niños chicos es muy entretenido, porque Gin también se me aburría en pandemia, se paraba en la puerta, entonces venían los con niños, venían a buscar a Gin, bajaban y se quedaban jugando los niños y el Gin en el pasillo.

“O por ejemplo, de repente bajo en la mañana al Gin a hacer pipí, cuando hablo de los vecinos incluyo a la gente que trabaja en el edificio, los conserjes son también parte de, saben nuestra vida, conversamos con ellos, más en pandemia de repente les llevábamos sus cositas escondidas, su copita de vino. Al final todos éramos una comunidad.

“Y por ejemplo, me pasa que bajo al Gin en la mañana a hacer pipí y no quiere volver al departamento, entonces se queda abajo con los conserjes, yo dejo la puerta del departamento abierta y cuando el Gin se aburre lo mandan por el ascensor y vuelve solo a la casa.

“Justo antes de la pandemia, yo te diría que el verano pasado, bajaba a la piscina los fines de semana, bajaba con caña a meterme a la piscina y a tomarme una cerveza, cachaba que habían los mismos vecinos y nos empezamos a hacer amigos en esa dinámica. Como bajar a tomar una cerveza a la piscina, pedir un delivery, comíamos ahí y nos terminamos haciendo muy amigos.

“Cuando pasa lo de la pandemia como ya algunos nos conocíamos, comienza esto de la angustia de no ver a nadie, de no poder salir, nos empezamos a juntar. Primero estábamos tan asustados que nos juntábamos a través del celular, de aplicaciones, después cuando ya estábamos encerrados nos juntábamos en persona y si alguien salía, avisaba, ‘por si acaso yo salí del edificio’. Estaba esa comunicación y ese respeto.

“Hay tres chats de WhatsApp en mi edificio. El formal, hay otro que son todos los buena onda y que hay de todas las edades, y hay otro donde entran más los jóvenes, porque es como, cuatro de la mañana, ‘¿quién tiene hielo o bebida o pisco?’. Una cosa muy divertida”.