El «error» de Carolina Arregui: «Hoy día hablas de esto y es ‘¡¿pero cómo?! ¿Y la sacaron de las teleseries, de Canal 13 y a este otro le volvieron a dar trabajo…?’»
«Yo la cagué en algún momento de mi vida», dijo Carolina Arregui recordando su episodio con Fernando Kliche.
Ese 1993 la actriz era la gran figura de las teleseries. Grababa en Canal 13 Marrón Glacé, dirigida por su esposo Oscar Rodríguez, con quien tiene tres hijos. Su coprotagonista era Fernando Kliche con quien tuvo un affaire en medio las grabaciones.
Arregui sufrió las consecuencias del que entonces fue un escándalo en los medios de comunicación. Perdió su trabajo y su matrimonio.
En tanto, esta semana reflexionó sobre el episodio en De Tú a Tú, programa de entrevista que Martín Cárcamo conduce en Canal 13:
Martín Cárcamo: «¿Tú tenías conciencia de lo que estaba pasando con respecto a tu carrera?”
Carolina Arregui: “¿Cachai esas personas que tienen una inseguridad tan grande que dicen ‘esto es demasiado para mí. No, que miedo’, y te echas como para atrás, como ‘que miedo perder’?”
Cárcamo: “Eso se llama autosabotearse”
Arregui: “Eso era lo que me pasaba. Y eso me ha pasado muchas veces en la vida con muchas decisiones de las que he tomado”
Cárcamo: “¿En qué sentido. En el amor, por ejemplo?”
Arregui: “Sí. Yo la cagué en algún momento de mi vida, esto es fuerte, da como para un titular. Pero me permití cometer un error y darme cuenta de que perdía lo más importante que yo había querido construir en mi vida y que no lo quería perder bajo ningún punto de vista, que era mi familia.
“Yo jamás habría dejado a Óscar y a mi familia, si no hubiese sido por… Esta pega es muy loca, se confunden a veces los personajes con las vidas de las personas.
“Bueno, tú hoy día hablas de esto y es ‘¡¿pero cómo?! ¿Y la sacaron de las teleseries, la sacaron de Canal 13 y a este otro le volvieron a dar trabajo?’. Hoy día tú planteas esta cuestión y es pero…”
Cárcamo: “Hoy día es inaceptable. ¿Ahí estabas haciendo Marrón Glace?”
Arregui: “Sí. Fue heavy. Sin embargo, en Marrón Glacé 2 ya sabemos quién fue el protagonista. Que raras las cosas de la vida, ¿no? Pero esas cosas ni siquiera me las cuestioné, dije ‘las cosas son así nomás, ¿qué le vamos a hacer?’.
“Pero la verdad es que ni siquiera fue por algo que valiera la pena. O sea perdí demasiado”
Cárcamo: “Fue un costo muy alto por un romance que no tenía ningún sentido”
Arregui: “Por un juego, si yo era una pendeja de 26 años, me había casado a los 18, no había tenido pololo y yo haciendo de bonita, de protagonista y de heroína en las teleseries. Obvio que en algún momento sí, un juego, jugar con fuego dicen, ‘ojo, cuidado que te puedes quemar a lo bonzo’.
“Pero no me arrepiento de las cosas que han pasado porque sino hoy día no estaría con Roy, por ejemplo. No tendría a mi familia toda reunida, a mis cabros, mis pollos que son unos viejos peludos”
Cárcamo: “Una vuelta larga para comprender que todo eso construyó la Carola que eres hoy día. Se ventila este romance ¿y tú te separas inmediatamente?”
Arregui: “Al toque. O sea me fui, me separé, me dijeron ‘adiós’”
Cárcamo: “¿Tú dónde te vas en ese minuto? ¿Te vas a un departamento?”
Arregui: “Sí”
Cárcamo: “Sola. ¿Y estás sin tus niños en ese minuto?”
Arregui: “Claro, tenía que tener una cama primero donde acostarlos y una cocina donde cocinarles, y empezar de a poco, de cero, pero cuando ya me habían aforrado la patá por el poto, ya estaba sin pega”
Cárcamo: “¿Cuando te viniste para acá a esta casa (se refiere a la casa de Arregui en la playa, donde se hizo la entrevista) estabas sin ni uno?”
Arregui: “Pan y cebolla, como dicen por ahí, pero se puede”
Cárcamo: “¿Y de qué vivías en ese período?”
Arregui: “Me pegaba piques a hacer los mismos pololitos que hacía al principio, audios, doblajes, lo que saliera. Con la cabeza en alto, pero muy humildemente”
Cárcamo: “Pero con el orgullo golpeado”
Arregui: “Golpeado poh, obvio”
Cárcamo: “Habías pasado de ser la súper estrella, Ángel Malo, Los Títeres, la súper Carola Arregui que aparecía en todas las portadas, a no tener trabajo e ir a tocar la puerta de nuevo”
Arregui: “Pero tener a sus hijos bajo su alero y eso para mí no tiene precio, de uno a diez, infinito”
Cárcamo: “Te trajiste a los niños para acá, los pusiste en un colegio acá y empezaste a llevar una vida austera acá en la playa”
Arregui: “Con ciertas normas evidentemente, con mucho cariño, con mucha presencia, yo los iba a buscar y a dejar al colegio”
Cárcamo: “¿Tú sientes que maduraste en ese sentido?”
Arregui: “Fui mamá”
Cárcamo: “Pero por primera vez a tiempo completo”
Arregui: “Exactamente”
Cárcamo: “¿Qué te acuerdas de esa época, un momento muy duro?”
Arregui: “Encerrarme en el baño a llorar para que no me vieran. Duro, mucha soledad y no saber si lo que estaba haciendo era lo correcto, si le estaba dando a mis hijos lo que ellos realmente se merecían. Yo sabía que iban a estar mucho mejor al lado del papá”.
