«Mi mamá me dice ‘mándale amor’. Y yo le digo ‘¿te volviste loca? ¿Te pegaste en la cabeza…?’»: Diana Bolocco cuenta cómo logró superar la mala onda con su ex marido
“Llegamos un minuto en que no podíamos hablarnos, tenía que ser por mensaje de texto, era como lo justo y necesario”, contó Diana Bolocco sobre su difícil divorcio de su primer marido y padre de sus dos hijos mayores, el empresario Gonzalo Cisternas, en 2008.
En De Tú a Tú, el programa de entrevistas que Martín Cárcamo conduce en Canal 13, la animadora relató cómo finalmente logró limar asperezas gracia a un consejo de su madre:
Martín Cárcamo: “Qué difícil criar a los niños cuando los papás no se hablan. Eso es muy difícil”
Diana Bolocco: “Muy difícil y muy doloroso para ellos. Lo percibían. Te lo juro, nos mordíamos la lengua antes de decir nada malo de Gonzalo ni de nadie del entorno de ellos por el lado de Gonzalo. Pero ellos perciben que hay una tensión, llegan y el papá no entra a la casa, en fin”
Cárcamo: “¿En qué momento se recompone la relación con tu ex marido, Gonzalo, y cómo se logra eso?”
Bolocco: “Fue gracias a mi mamá, a algo que me dijo mi mamá. Mi mamá es un ser muy especial, ella no conoce el rencor. Jamás en la vida la vas a escuchar hablar mal de alguien. Es livianita, no tiene mochila. Ha tenido una vida muy dura además mi mamá. Se le murió un hijo, que debe ser lo peor que te puede pasar en la vida.
“Y una vez me dijo, en el peor momento, en el momento en que estábamos en tribunales agarrados de las mechas, él había dicho cosas horribles de mí, yo había dicho cosas horribles de él. Y mi mamá me dijo en el peor momento, donde no quería verlo, no me importaba nada de lo que le pasara en la vida, quería borrarlo.
“Me dice ‘mándale amor’. Y yo le digo ‘¿te volviste loca? ¿Te pegaste en la cabeza?’. ‘Diana’, me dice, ‘mándale amor, mándale amor. El amor todo lo soluciona’. Y yo ‘¡mamá!, ¿qué estai hablando? ¿Cómo le voy a mandar amor si él me tira caca? No le voy a mandar amor, pero al menos le voy a dejar de hacer la guerra’.
“Como dicen los gringos ‘it takes two to tango’, se necesitan dos personas para bailar tango. Si uno no quiere el otro no puede bailar. Entonces le voy a dejar de hacer la guerra, pero por un tema práctico. ‘Oye, ¿puedo llevarme a los niños el martes en vez del miércoles?’. En un momento estúpido de mi vida le hubiera dicho ‘no, el miércoles de tal hora a tal hora’. Y dije ‘¿qué me importa?’.
“Y fue por un tema práctico, porque el día de mañana yo también voy a querer estar con ellos, el día de vacaciones, no sé… Y te juro que de manera mágica se empiezan a abrir las puertas, se abren. Una pequeña puerta se abre un poquito. Y después las ventanas, la reja. Y hoy día yo lo adoro, y Cristián (Sánchez) más”.
