«A mí me iban a quitar la casa. Katty Kowaleczko se enteró y me dijo ‘¿cuánto es?’. Me pasó 14 millones y medio y me dijo ‘si algún día me los puedes pagar, me los pagas…», revela Juan Falcón sobre su amiga
«Una vez a mí me iban a quitar la casa porque me fue como las pelotas. Katty Kowaleczko se enteró sin que yo la llamara… Ella era rostro de una marca comercial, de un supermercado, y me dijo ‘¿cuánto eso?’”, partió contando Juan Falcón sobre la ayuda económica que, hace años, le brindó Katty Kowaleczko.
Ambos actores son amigos hace dos décadas y media -se hicieron cercanos en las grabaciones de la teleserie El Amor Está de Moda, en Canal 13 en 1995- y ahora estuvieron en un capítulo de Los 5 Mandamientos, espacio que Martín Cárcamo conduce en el canal de Luksic.
Esto fue parte de la conversación donde relataron gestos que han tenido el uno con el otro:
Juan Falcón: “Nos hemos apoyado en momentos que nos han marcado. Yo a ella y ella a mí, y viceversa. Nos ha hecho ser cómplices, ser amigos y confiar en el otro”
Martín Cárcamo: “Muy bonita la historia”
Katty Kowaleczko: “En los momentos más duros, más dolorosos es donde hemos afianzado mucho mejor nuestra… Porque es re fácil ser compañeros de trabajo, lesear y pasarlo bien, pero en los momentos más dolorosos es cuando tú ves a los verdaderos amigos”
Cárcamo: “Juan, en un momento determinado, te ha traído remedios que han sido muy importantes para tu hermano. Cuéntame el contexto y cómo ocurre esto, cómo te llegó a ti. ¿Qué es lo que pasó?”
Kowaleczko: “Tuve un hermano que le vino un cáncer que no se quiso tratar porque el tratamiento era peor que la enfermedad. Tenían que mutilarlo entero. Entonces él decidió no hacerse ni las quimios ni las operaciones. Nada. Pero hubo un tiempo en que empezó a padecer, empezó a sufrir por esta enfermedad.
“Y recuerdo que una vez, en televisión, escuché sobre un remedio, un veneno del alacrán, que es de Cuba ese bichito. Y un día le pregunté a Juan qué es eso del alacrán y me dijo ‘no te preocupes, yo te lo traigo’.
“El hizo toda una gestión solito, que se lo agradezco hasta el día de hoy, donde me llegaban las dosis. Tenía que mandar los exámenes de mi hermano y llegaban las dosis de cómo administrarlo. Fue algo que le alivianó el pesar a mi hermano mucho. Para mí eso era muy importante. Lo único que quería era que mi hermano, que se iba a morir de cáncer, pero quería que lo que viviera, lo disfrutara, que no padeciera.
“En ese sentido Juan me ayudó con el famoso veneno del alacrán sin tener por qué, tomándose él las molestias, tenía la gente conocida allá e hizo todas las gestiones que eran necesarias allá”.
Falcón: “Para mí fue un agrado poder haberlo logrado, porque había que traerlo en un cooler refrigerado con el principio del alacrán. Pero había algo que capaz que los muchachos de prensa, porque ella no lo va a contar… Una vez a mí me iban a quitar la casa porque me fue como las pelotas. Katty Kowaleczko se enteró, sin que yo la llamara…”
Cárcamo: “¿Que te iban a quitar la casa porque habías hecho malos negocios?”
Kowaleczko: “Lo estafaron”
Cárcamo: “Me acuerdo que te estafaron. Y estabas en un momento súper complicado, una casa súper linda. Y claro que apareciste en la prensa”
Falcón: “Ella era rostro de una marca comercial, de un supermercado, y me dijo ‘¿cuánto es?’. Y me pasó 14 millones y medio. Y me dijo ‘si algún día me lo puedes pagar, me los pagas, y si no, no’. Son dos cosas distintas”
Aplausos en el set.
Falcón: “Eso no lo hace nadie. Hay muy poca gente que lo hace, Katita”
Kowaleczko: “Es que tiene que ver con la calidad de vida de la gente que tú quieres, que vas más allá de la cantidad de plata o la cantidad de gestión que tenga que hacer”
Cárcamo: “Pero Katty, yo te he ido conociendo en el tiempo, y tú eres una persona que vives en forma austera, vives bien pero eres tranquila, andas tranquila por la vida. Catorce millones no es poca plata. Yo creo que tampoco te sobraba. ¿Cómo lo recibiste tú cuando te dijo ‘te paso los 14 millones’?”
Falcón: “No lo podía creer. Y me pasó los 14 millones y medio y resolví el problema de que me iban a embargar la casa. Y no se lo pude pagar ni al año ni a los dos años. Recién la llamé un día y le dije ‘Katita, nos juntamos en el banco’. ‘Ya’. Y ahí les pasé sus 14 palos, porque le había pagado 500 lucas antes por vergüenza. Una vez fue a la casa y le dije ‘Katita, para ir adelantando algo’, y le había pagado 500. Y luego, por caja, los 14 palos”.
