Glamorama
Patricia Rivadeneira e Ingrid Cruz en una foto promocional de la teleserie Demente, en Mega.

«La vejez en las mujeres es considerada como una enfermedad. Como una lacra social. Una lesbiana de 50 años, doble lacra…», afirma Patricia Rivadeneira sobre su personaje en Demente

Autor: Equipo Glamorama / 4 noviembre, 2021

“Es fuerte el personaje que haces en Demente. Es poderoso ese personaje y ha generado una cosa mediática que sorprende. Más se habla del mundo gay y poco se habla del mundo de las lesbianas”, partió comentando Katy Salosny a Paty Rivadeneira en una conversación a través del espacio Aquí Mujeres, que la conductora realiza en su Instagram.

Rivadeneira interpreta en Demente a una mujer que, entre otras circunstancia, a los 50 años conoce el amor con otra mujer interpretada por Ingrid Cruz.

La teleserie nocturna de Mega está en su tramo final y esta fue la respuesta de la actriz de 57 años a la consulta de Salosny:

“He descubierto que es muy invisibilizado. Digamos que las mujeres, como en todo orden de cosas, hemos estado más sometidas y tratadas como minorías. Entonces una mujer lesbiana es todavía más invisibilizada, más aplastada.

“El tema de la renuncia de la maternidad para las mujeres lesbianas o no es algo muy castigado. Entonces en todo orden de cosas las decisiones de tomar caminos distintos a lo establecido o convencional para las mujeres es mucho más difícil.

“Todavía en el ámbito del trabajo seguimos siendo peor pagadas, más exigidas. Hay mucho maltrato machista en todos los ámbitos de la vida”

Kathy Salosny: “Sí, eso es algo que tenemos entre las mujeres, que lo entendemos de una manera distinta a cómo lo pueden entender o empatizar los hombres, porque es una vivencia hereditaria, ancestral, que hemos vivido”

Patricia Rivadeneira: “Muchas veces no nos damos ni siquiera cuenta de que está ocurriendo. Muchas veces yo me veo y después digo ‘esto que pasó qué violento contra mí y no lo vi. No me di cuenta. No reaccioné. No supe cómo reaccionar. No tengo los instrumentos’. Porque fuimos educadas y formadas de una forma.

“Entonces para mí haber hecho a esta mujer lesbiana, además que descubre su amor con otra mujer a esta edad, era un gran desafío. Yo no alcanzaba a dimensionar lo que estábamos proponiendo, porque es bastante nuevo que una cosa así aparezca en las pantallas, en la ficción.

“¿Cuántos casos como Flavia?, ¿cuántas personas podían identificarse? Yo decía ‘no sé, porque es algo muy escondido’.

“No hasta hace mucho se nos decía que después de la menopausia ya no sirves. La vejez en las mujeres es considerada como una enfermedad. De verdad, socialmente es así, como una lacra social. Una lesbiana de 50 años, doble lacra, triple”

Salosny: “Qué fuerte”

Rivadeneira: “Y eso es un paradigma que está cambiando. No nos esperábamos, yo no me esperaba, una recepción así. Tanto cariño y tantas personas que han sentido que Flavia y Javiera y esta relación las mueve, las identifica, las conmueve, las convence.

“Y han aparecido cientos de personas maravillosas que con su cariño, con sus mensajes, que han encontrado comunidad entre ellas a través de las redes, que me han llenado mi casa de flores. Me han enviado flores de todas partes del mundo.

“Eso es algo que nunca me había pasado. Las mujeres quieren de una forma muy distinta a la forma en que quieren los hombres, como fans, como hermanas, como amigas, como amantes.

“Nosotras tenemos una forma muy diferente de demostrar el cariño y de querer. Y para mí también ha sido un descubrimiento. Tengo mucha curiosidad, me hago muchas preguntas respecto a este personaje y de la recepción que ha tenido.

“Yo no tengo los instrumentos, no soy socióloga, pero de verdad hay una comunidad que aún no está siendo vista, aún no está suficientemente reconocida ni interpretada en las ficciones.

“Hay otras chicas de China que me mandaron flores, de Tailandia. Solo puedo agradecer. Ya las publiqué el otro día, pero ellas se reunieron para enviarme flores desde Estados Unidos, Brasil, Argentina, Ecuador, Italia, Portugal, Perú, México, Uruguay. Son divinas”

Salosny: “¿Te llegan al canal?”

Rivadeneira: “No, a mi casa. Ellas saben hacerlo, se las ingeniaron”.