«Tres de la mañana. Abro la puerta y le digo ‘Negro, mira quién llegó’. Prendo la luz ¡y estaba mi suegra…!», relata Maly Jorquiera
“Y voy, abro la puerta y le digo ‘Negro, mira quién llegó…’ Prendo la luz ¡y estaba mi suegra!», contó Maly Jorquiera en medio de un relato con humor sobre la anécdota que vivió con la madre de Sergio Freire, su novio y padres de un niño.
La comediante participó en un capítulo de Podemos Hablar exhibido hace un par de semanas. Allí, el conductor Jean Philippe Cretton pidió a las invitadas compartir alguna anécdota que hayan vivido con copas de alcohol en el cuerpo.
Entonces Jorquiera relató:
“El otro día fui a un evento. El evento consiste en compartir con la gente. Como estudié un poco de coach, hago dinámicas y finalmente bebo y como gratis. Fue en una viña, lo pasé la raja.
“Yo siempre digo ‘me voy a portar bien, que se curen ellos’ y termino yendo al baño con las minas, ‘sí, los hijos son heavy…’ Yo creo que todo el mundo es mi amigo.
“Y Freire también tenía evento ese mismo día. Entonces llamamos a mi suegra y le preguntamos si podía venir desde San Antonio. Llegó y le dije ‘yo en estos carretes, es la segunda vez que me contratan, entonces voy a llegar como pico’. Aparte que es como mi pega ideal, invitarme a carretear.
“Le digo ‘suegrita, usted duerma con el Lucas porque yo me voy a dormir arriba, Freire también tiene show, así que se va a ir para arriba’. Pero íbamos a dormir en piezas separadas, es que yo tengo una casa grande. Y mi suegra me dice ‘sí, yo voy a dormir con el niño’.
“La cuestión es que mi productor me baja del auto, tres de la mañana, en carretilla, ‘hemos ganado dinero. A la casa. Ya le saqué mi 20%’. Ya poh. Y voy subiendo y digo ‘qué voy a dormir sola, si Freire está en la pieza de al lado. Es la hora de amar’.
“Y voy, abro la puerta y le digo ‘Negro, mira quién llegó…’ Prendo la luz ¡y estaba mi suegra! Weona, estaba mi suegra durmiendo con el Lucas. Como llegó antes se fue a dormir con el Lucas, y yo así: ‘Llegó el momento de amar…’ Indigna igual.
“Y mi suegra: ‘Malita, si quiere le dejo la pieza, que es más grande’. Porque a mi suegra le encanta que nos amemos, me quiere y quiere que nuestra vida sea eterna. Y yo le dije ‘no suegra, solo venía a buscar algo para la cabeza…’”