«Les digo que voy a estudiar Teatro y mi papá me dice ‘no. Yo no te voy a pagar una carrera para que seas prostituta…'», relata Ximena Rivas
«Más que irme de la casa, me echó de la casa mi papá», contó Ximena Rivas sobre el momento en que informó a su familia que estudiaría Teatro.
El conocido rostro de Aquelarre, Pampa Ilusión y otros clásicos de las teleseries estuvo junto a Gabriel Cañas en Los 5 Mandamientos, espacio que conduce Martín Cárcamo en Canal 13.
Entre otros temas, Rivas habló sobre su vocación. Este fue el diálogo:
Martín Cárcamo: “Tú entraste a estudiar Teatro y te fuiste de la casa cuando lo comunicaste”
Ximena Rivas: “Sí. Más que irme de la casa, me echó de la casa mi papá. Era una familia que iba para lo humanista casi todos. Mi hermana mayor era doctora en historia, la otra era doctora en matemáticas, mentes brillantes, pero nada con el arte.
«Yo jamás fui árbol ni flor en el colegio. Nada. Y nunca fui a ver una obra de teatro en el colegio, porque era un colegio fiscal, que en esa época no habían planes como hoy día que llevan a los chicos al teatro”
Cárcamo: “Los actores siempre dicen ‘yo desde chico que tenía la vocación’”
Rivas: “Yo nada. Yo quería estudiar Periodismo y no me dio el puntaje para entrar, entonces dije ‘voy a poner en cuarta opción Teatro en la Chile y en la Católica’. Porque mi mamá conocía a Óscar Hernández por la Mónica Carrasco, había como un link ahí, y me acuerdo que fui a ver Carrascal 4 Mil al teatro El Ángel.
“Y dije ‘voy a postular a Teatro, pero no teniendo idea qué es lo que era el teatro’. Absolutamente nada. Entonces yo dije ‘voy a postular y este año preparo la prueba, la doy de nuevo y estudio Periodismo’.
“Y Óscar Hernández me ayudó a hacer la prueba especial, porque había que hacer una prueba donde uno cantaba y había que hacer una escena. Mi mamá me llevó al teatro El Ángel y Óscar me ayudó. Él me preparó, di la prueba especial y quedé”
Cárcamo: “Ahí cachaste que tenías un talento que no sabías”
Rivas: “O sea, hasta ese momento tampoco sabía. Yo dije ‘esto fue chiripa nomás’”
Gabriel Cañas: “¿Y de chica no jugabas en el baño sola a hacer personajes?”
Rivas: “Nada. Encontraba a toda la gente que hacía arte volá, como que estaban fuera de la tierra, desconectada. Era súper crítica, porque era de una familia que afianzaba lo otro, el conocimiento más que la creatividad.
“Entonces quedé en Teatro. Les digo a mi mamá y a mi papá que voy a estudiar Teatro y mi papá me dice ‘no, yo no te voy a pagar una carrera para que seas prostituta’. Otras épocas. Hoy entiendo a mi papá, porque mucho tiempo uno se queda con resentimiento.
“Él fue autodidacta. Él era ingeniero eléctrico autodidacta. Él estudió y de puro capo nomás hizo este trabajo que correspondía a un ingeniero. Se hizo así mismo muy machista, muy rígido también, pero nos amaba y desde ese lugar sentía que si yo estudiaba eso no iba a tener ningún futuro en la vida.
“Y me dijo ‘y tú te vas de la casa, yo no voy a financiar eso’. Yo como era pará en la hilacha, digo ‘bueno, me voy de la casa’. Y me fui de la casa. Me fui donde una compañera y ellos me recibieron en su casa, yo estaba en primero de Teatro.
“Y mi mamá que tampoco trabajaba en esa época, me pasaba plata por debajo. Estudié con todos los créditos fiscales del mundo, becas alimenticias, pedí todo lo que fuera posible. Yo tenía 16, porque en esa época se salía muy chica del colegio”
Cárcamo: “¿Y qué pasó con tu papá en ese periodo?”
Rivas: “No lo veía. Mi papá nunca me vio actuar. Nunca. Después egresé, mi mamá por supuesto iba a mis exámenes, pero mi papá no poh. Rechazando completamente esto. Ahí apretado en eso.
“Finalmente después tuve mis primeras obras, me casé y tuve a mi hijo. Y me acuerdo que cuando tenía un mes mi hijo, mi papá estaba medio enfermo y dije ‘lo voy a ir a ver’, como que algo cedió en mí. Ya habían pasado cinco años.
“Y le llevo a mi hijo de un mes, dije ‘bueno, este va a ser un reencuentro desde ese lugar’. Y a mi papá le dio un ataque de hemiplejia, fue de las generaciones muy dañadas por el golpe militar. Se quedó inválido de un lado, no podía pararse.
“Entonces yo le llevo a Ramiro, se lo pongo a mi papá en los brazos, lo toma y se para. Todos al lado, porque no se levantaba en ese momento. Se para con su primer nieto, lo entrega, se emociona, se sienta y en la noche mi papá falleció.
“Entonces yo sentí que él estaba esperando cerrar un círculo, porque yo era su regalona, era sus ojos y era la más chica. Había un amor muy limpio, muy juguetón con mi papá, entonces siento que estaba esperando eso. Primero, conocer a su primer nieto, y después cerrar una historia conmigo».