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Raquel Argandoña y su hija Kel fotografiadas por Glamorama en 2018, durante la celebración de los 61 años de la ex Miss Chile.

«Durante dos años me he tratado de acercar (a su hija Kel Calderón). Si ella no quiere que yo me acerque a ella, no puedo más. Es que ya basta…», expresa Raquel Argandoña

Autor: Equipo Glamorama / 21 mayo, 2022

«Llega un minuto en que tú dices ‘basta’. O sea, basta… Yo tampoco puedo seguir mendigando amor ni tampoco cariño. O sea, ya han pasado dos años y, si las cosas no se dan, no se dan. Pero no por eso me voy a quedar llorando todo el día, las 24 horas en mi casa, porque yo tengo derecho también a vivir», afirmó Raquel Argandoña sobre el distanciamiento de su hija mayor, Kel Calderón.

El quiebre comunicadora de la 64 años y su hija de 31 se produjo cuando Nano Calderón, el hijo menor de Argandoña, apuñaló a su padre, el abogado Hernán Calderón, en agosto de 2020.

Entonces la familia de dividió.

Tras el delito cometido, Argandoña apoyó de manera incondicional a su hijo, hasta hoy. En tanto, la egresada de Leyes se alineó con la defensa de su padre, declaró voluntariamente en dos ocasiones durante la investigación y acusó que “mi mamá junto a la defensa (de Nano) va al departamento de mi papá y lo amenazan y extorsionan”.

En noviembre de 2020 afirmó: “Nunca pensé que mi mamá, por proteger a mi hermano, iba a ser capaz de hacerme tanto daño a mí».

En tanto, esta fue la conversación con Argandoña en Podemos Hablar, este fin de semana en Chilevisión:

Raquel Argandoña: “Yo tengo dos hijos. A uno de mis hijos yo me he tratado de acercar mucho, pero llega un minuto en que tú dices ‘basta’. O sea, basta. La persona sabe dónde yo vivo, sabe que, si algo le pasa, un, dos, tres, siempre voy a estar ahí. Lo que necesite lo va a tener.

“Pero yo tampoco puedo seguir mendigando amor ni tampoco cariño. O sea, ya han pasado dos años y, si las cosas no se dan, no se dan. Pero no por eso me voy a quedar llorando todo el día, las 24 horas en mi casa, porque yo tengo derecho también a vivir.

“Ya casi me fui para el otro lado (en octubre de 2021 estuvo internada grave tras una obstrucción intestinal). Me merezco estar con la persona que quiero. Me merezco estar con los amigos que están conmigo. Y bueno, si la vida me deparó esto, lo voy a tener que vivir y punto.

“No es que esté fría. Es que cuando una persona sufre tanto, piensa que a mí me quitaron la tuición de mis hijos, que eso es lo más fuerte, y después pasa esto, tú tienes que decir ‘para’. Los hijos son prestados. Cada uno hace su vida.

“Sé que están en buena salud. Los tengo en una muy buena isapre. Y saben que, si en algún minuto necesitan algo económico, va a estar la mamá, pero no puedo seguir mendigando cariño”

Jean Philippe Cretton: “Siento algo diferente en ti, entiéndase bien, algo más egoísta de ‘ya no quiero estar al servicio de esto’”

Argandoña: “No. Es que me cansé, porque cuando tú estás luchando todos los días, cuando tú intentas e igual se te van cerrando las puertas, se te cierran las puertas.

«Tú crees que se está abriendo una puerta, y se te vuelve a cerrar, basta. Esa persona lo va a entender cuando sea mamá. Yo lo único que pido es que, cuando lo entienda, no sea tarde.

«Pero yo tengo derecho a vivir mi vida. O sea, durante dos años me he tratado de acercar. Si ella no quiere que yo me acerque a ella, porque teníamos una linda relación, no puedo más.

«La gente puede decir ‘pucha, qué dura’. No. Es que ya basta”

Cretton: “Es que me pasa con el tema que hablábamos recién, de estar cerca de la muerte. Y te lo pregunto: mi mamá tiene una edad cercana a la tuya.

«Mi mamá siempre enfatiza y me dice ‘cuando yo no esté, que ustedes dos, los hermanos, estén unidos, estén juntos’. Es casi como una sensación de tranquilidad, cuando uno se va, dejar el naipe armado”

Argandoña: “Sí. Pero si tú me lo preguntas ahora, no se da. Yo soy muy franca”

Cretton: “¿Pero no te queda algún pendiente?”

Argandoña: “Pero no depende de mí. Yo ya he hecho todo. Hay papá y hay mamá. Por mi parte, he hecho todo”

Cretton: “El último Día de la Mamá, que son fechas importantes, para algunos comerciales, igual generan un lazo. ¿Cómo lo pasaste?”

Argandoña: “Para mí el Día de la Madre es complicado, porque es el día que se fue mi mamá, que justamente se fue un Día de la Madre. Mi mamá estaba perfecta.

“Yo la iba a pasar a buscar para ir a almorzar a la casa de mi hermana. Y mi mamá falleció en dos horas. Linda muerte, porque siempre le pedí a la Virgen de Lourdes que, cuando se llevara a mi mamá, se la llevara así, volando, aunque el corazón se nos destruyera. Y así fue.

“El Día de Madre igual tú piensas que igual… Siempre está la idea de que te van a llegar unas flores, te va a llegar una tarjeta, un WhatsApp. No llega nada. Pero lo pasé muy bien, porque mi hijo me llevó a Machalí a unas tinajas calientes. Lo pasamos maravilloso. Me pasó a buscar. Y lo único que me dijo ‘mamá, no vayas producida’.

“Así que me fui de buzo y zapatillas. Lo pasé increíble. Jugamos dominó toda la noche. Al otro día me vino a dejar a mi casa. Fue un Día de la Madre muy bonito. No completo, obviamente. Soy mamá de dos hijos. Pero rico, porque fue una sorpresa que se lo agradezco hasta el día de hoy”.