Autor: Equipo Glamorama / 3 agosto, 2022

José Miguel Viñuela: “Ese es un súper tema para conversar ahora, yo encuentro que la vejez es durísima”

Nené Vilches: “Es sola, porque uno se queda solo”

Viñuela: “Claro, porque los hijos se van y al final… Perdonen, me ha tocado vivirlo muy de cerca. Hay ciertas personas de la tercera edad que se van poniendo mañosas, ¿en qué sentido? Por ejemplo, a mi mamá le gusta vivir sola.

“Yo le digo ‘mamá, vente a vivir conmigo’, ‘no, no quiero vivir contigo, quiero vivir sola’. Entonces yo le digo ‘mamá, ¿qué pasa si el día de mañana te pasa algo?, ¿cómo me voy a enterar yo?, ¿cómo van a saber mis hermanos?’.

“Pero a ella le gusta vivir sola y frente a eso uno también tiene que respetar lo que la gente quiere. Y nosotros decidimos respetar que mi mamá quiere vivir sola, mientras ella también se sienta autosuficiente”

Vilches: “Pero la Pola está increíble”

Viñuela: “Bueno, le pusieron marcapaso este año y parece que se lo dejaron mal regulado, porque empezó con taquicardias y todo, pero se lo regularon y ahora está bien. Pero en el fondo igual la vida sobre los 75 años ya empieza a ser una lotería”

Vilches: “Es que yo entiendo a la Polita, porque hemos conversado y yo le digo ‘conteste el teléfono’, porque de repente la hemos llamado y no contesta el teléfono y uno se asusta”

Viñuela: “Y yo escribo por el chat ‘¿alguien sabe de la mamá que no contesta el teléfono?’”

Vilches: “Y ella después ‘no, es que lo dejé no sé dónde’. Ella tiene sus mañas, le gusta estar sola, tejer, coser”

Viñuela: “Le gusta estar sola y en su casa»

Vilches: “Le gusta estar en su burbuja y que nadie los moleste”

Viñuela: “Pero también uno debe respetar que a veces la gente de la tercera edad quiere hacer su vida. Hoy día tenemos que decir que la gente de la tercera edad es mucho más activa de lo que era hace 30 años”

Vilches: “La Pola estudia todavía”

Viñuela: “Mi mamá estudia todavía, tiene clases de historia, va por la municipalidad, así que feliz. Afortunadamente cuando uno la llama y no contesta, después de un rato aparece, y uno dice ‘que alivio’.

“Yo siempre le digo ‘mamá, va a llegar el día en que nos van a avisar los vecinos que tú ya no estás’, porque es verdad, sí está sola. Una vez le traté de meter a una persona para que la cuidara, cuando tuvo cáncer, porque no podíamos estar todo el día todos ahí.

“Un día duró la persona. Un día. Llegué en la tarde y me dijo ‘mira, yo te voy a decir una cosa, yo no estoy interdicta, así que no quiero que nadie me cuide’. ‘Pero mamá lo estamos haciendo para que tú estés bien’. ‘No, es que no estoy interdicta. Estoy bien’.

“Después hablaba con la señora, ‘sabe señora…’. ‘No me diga nada, su mamá todo el rato me alega y así no puedo trabajar’. Puta y yo al medio. ‘¿Saben qué? Solucionemos este tema altiro. Listo’. Fui a dejar a la señora y se acabó la historia. Le duró una tarde”