«Te juro que yo lo sentí como una carta de amor, cuando leí lo que escribió el ‘Sapo’ Livingstone…»: el gesto que tuvo el recordado comentarista deportivo con su amigo Pedro Carcuro
«Valía la pena la relación», afirmó Pedro Carcuro recordando sus 40 años de relación profesional y de amistad con Sergio Livingstone, fallecido en 2012.
Carcuro habló de su amigo y compañero en TVN durante una visita al espacio Más Vivi Que Nunca, en TV+:
“Sergio Livingstone para nosotros era el gran líder del equipo, el capitán, y con mucho respeto poco a poco fui ganando su confianza, su crédito. Hay dos cosas que para mí reflejan la relación y cómo se fue construyendo y cómo fue alcanzado picos tan importantes con Sergio.
“Uno es cuando está terminando la primera temporada del De Pé a Pá, que fue algo inesperado, porque yo vivía en el mundo del periodismo deportivo y de repente hice un programa de entrevistas, que no tenía nada que ver con deporte.
“Cuando termina la primera temporada él irrumpe inesperadamente, sorpresivamente, porque venía el Zoom Deportivo inmediatamente después. Entra y en joda me empieza a retar ahí, y al final me da un abrazo y me dice ‘pero te quiero decir algo: puta que lo hiciste bien weón’. Al aire me lo dijo y con una gracia. Ese fue un respaldo impresionante.
«Y después otro momento: yo hice un libro para unos de los campeonatos mundiales de fútbol del 2010 y le pedí el prólogo a Sergio. Le dije ‘Sapito, me gustaría que usted…’ Yo siempre lo traté de usted, ‘yo quiero que usted escriba el prólogo del libro’.
“Y pasaron los días, un par de semanas, tres semanas y el Sapo no me decía nada. Dije ‘no. Ya no me agarró ni en bajada, no lo voy a estar tampoco increpando ni preguntándole, por ningún motivo’. Y por alguna razón voy a la editorial y me dicen ‘mira lo que me llegó…’. Era el prólogo escrito por Sergio Livingstone.
“Y te juro que de verdad yo lo sentí como una carta de amor. Eso es lo que yo sentí cuando leí lo que escribió el Sapo Livingstone. Entonces dije ‘por Dios que han valido la pena estos cuarenta años’. O sea, valía la pena la relación”.