Glamorama
Bárbara Rebolledo y sus mellizas y en Pero Con Respeto. Imagen compartida en su Instagram @barbararebolledoa y tomada de la pantalla de Chilevisión, respectivamente.

«Yo tenía un presupuesto, agarré un departamento, lo vendí y dije ‘hasta que se agote…'», recuerda Bárbara Rebolledo sobre sus catorce in vitro hasta que logró convertirse en madre

Autor: Equipo Glamorama / 17 septiembre, 2022

«Yo tenía un presupuesto, agarré un departamento, lo vendí y dije ‘hasta que se agote’, ese era mi punto de quiebre, porque ya llegaba un minuto que no había de dónde más sacar plata para eso», recuerda Bárbara Rebolledo sobre los catorce procedimientos in vitro que realizó, hasta que consiguió convertirse en madre.

La comunicadora, mamá de mellizas de nueve años, relató su experiencia en un capítulo de Pero Con Respeto emitido hace un par de semana por Chilevisión.

Estas fueron parte de sus palabras:

“Me había pasado que había tenido unos positivos y todo, pero que no se anidaban, entonces tenía estas pérdidas. Y cuando me hice el último tratamiento, que ocupé una tecnología un poco más sofisticada, el doctor me dice ‘te voy a implementar dos, pero van a ser dos’. O sea, con una seguridad…

“Yo le dije ‘ya me lo han dicho tantas veces’. ‘Es que te estoy diciendo que van a ser dos’. ‘Ya, bueno’. Justo me voy de viaje con mi marido… ‘Pero no viajes’. ‘No. Si ya catorce, vamos a ir a la quince, a la dieciséis’.

“El doctor me dice ‘te va a resultar’. Me voy de viaje y me sale positivo el test, pero era un positivo medio… Era de noche, entonces mi marido me dijo ‘hay que hacerlo en la mañana, es mucho más efectivo’. En la noche no dormí, imagínate, y ahí ya salió marcado.

«A los dos minutos yo ya caminaba y me ponía la mano acá, actitud maternal. Altiro me sentí súper embarazada, pero con miedo, hasta que nacieran. Y entremedio estuve hospitalizada, porque estuve con pérdida, pero yo todo el rato ‘van a salir, van a salir’”

Julio César Rodríguez: “¿Qué edad tienen ahora?”

Bárbara Rebolledo: “Nueve, cumplen diez. Mi hija mayor, la que nació primero, por dos minutos, se llama Esperanza, porque yo la esperanza no la perdí.

«Como a los cuatro años ella se da cuenta de que su nombre se usa en muchos aspectos, me dijo ‘mamá, ¿qué significa?’. ‘La esperanza es un sueño, algo que uno quiere, pero que te cuesta’. ‘Ah, ya entendí, es el sueño de amor que tú tenías en tu corazón’.

«Yo desde ese día me declaro inmensamente feliz. Yo ya soy feliz. Hay cosas que me restan o me suman emoción, pero necesito hacerme cargo de las decisiones que tomé, de las luchas que viví, y esta para mí es la más importante de mi vida y es mi mundo”.