«Si tú supieras cuánto quiero a ese hombre. Sufrí mucho el tiempo que no estuve con él… Nunca he dejado de querer a Oscar (Rodríguez)», manifestó Carolina Arregui sobre su ex marido y padre de sus hijos mayores
“Si tú supieras cuánto yo quiero a ese hombre. Lo adoro», afirmó Carolina Arregui, llorando, en un capítulo de Todo por Ti emitido por Canal en octubre de este año, sobre Oscar Rodríguez.
La actriz de 57 años tenía 18 cuando se casó con el entonces ya destacado director de teleseries, 20 años mayor. Rodríguez la dirigió en su segunda teleserie, Los Títeres, en 1984, y luego en Angel Malo, protagonizada por Arregui, la cual la hizo famosa.
El matrimonio tuvo tres hijos, entre ellos la también actriz Mayte Rodríguez, y se separaron mientras grababan la telenovela Marrón Glacé, en 1993.
Arregui protagonizaba la historia junto a Fernando Kliche. El director era Rodríguez. Hubo un affaire entre la actriz y Kliche tras lo cual Arregui fue desvinculada del canal, mientras el actor conservó su trabajo. Ella vivió un difícil período en todo sentido y no volvió a actuar en teleseries durante cinco años.
La figura de Machos y Brujas recordó a su ex esposo y su separación en el programa conducido por Cecilia Bolocco en Canal 13 y donde Arregui participó junto a su hija Mayte:
Cecilia Bolocco: “¿Cómo fue para ti cuando se quiebra esta vida feliz? Porque tus tres niños, un éxito rotundo, porque eras la estrella de la televisión en Chile. No había más. Y de repente desapareces. Y tú entras a una fase oscura, porque tiene que haber sido muy doloroso vivir ese proceso para ti”
Carolina Arregui: “Fue rudo. Te voy a hablar desde lo más profundo de mi corazón y con toda la verdad: nunca estuvo en mis planes separarme. Nunca. A veces uno la embarra y no mide las consecuencias…
“En un momento me di cuenta que estaba en juego lo más importante de mi vida, que no había sido solo mi carrera, porque empecé de muy cabra chica a hacer teleseries. El que me enseñó, mi gran mentor fue el padre de mis hijos, mi marido, mi jefe, el dueño de casa, era todo. Mi papá. Todo.
“Y de repente se quiebra todo esto, se va a las pailas. Pero lo que más me dolió en ese momento no fue haber caído en caída libre. Lo que más me dolió fue el pensar ‘cómo miércale lo voy a hacer ahora en adelante para poder darle a mis hijos lo que mis hijos se merecen, si yo no voy a tener la oportunidad de echarle para adelante’.
“En ese momento había dos canales de televisión haciendo teleseries, no había mucha competencia ni muchas alternativas de trabajo”
Bolocco: “Pero tú te separas, ¿y qué pasó?”
Arregui: “Se me cerraron las puertas absolutamente. No pude seguir haciendo”
Mayte Rodríguez: “’¿Qué va a pasar con mis hijos, mi trabajo, mi casa, matrimonio?’”
Arregui: “O sea, no más casa, no más hijos, no más fama, no más recibir un sueldo para poder mantenerme, mantenerlos”
Rodríguez: “Me acuerdo (cuando le tocaba estar con su madre) que no teníamos muebles, que dormíamos en un colchón y nada más. Pero nunca me faltó amor, que es la carencia más importante que puede sentir una persona cuando crece, que es lo que uno quiere darles a los hijos sí o sí.
“Y siempre estuvimos rodeados de amor por nuestros dos padres, intentando disfrazarnos un mundo de felicidad que les funcionó muy bien. Y que las únicas penas que teníamos nosotros eran el no poder estar con los dos al mismo tiempo.
“El sufrimiento estaba al verlos a ustedes pasarlo mal y obviamente al separarnos. Pero lo que no nos faltó nunca es amor. Y eso es lo que queríamos de ti y lo que te costaba entender, porque tú creías que nosotros necesitábamos un montón de cosas más que igual las tuvimos de otra manera, en otros tiempos, viajando, probando, que el colegio aquí, que Viña para acá. Y tuvimos una vida nómade hermosa llena de amor”
Arregui: “Fue bien heavy, porque dije ‘¿ahora cómo lo hago para salir adelante? Lo que más quiero es tener a mis hijos conmigo’. Empecé arrendando un departamento donde no tenía refrigerador, no tenía cocina, no tenía donde dormir, en Colón. Y lo único que quería era tener poder tener lo necesario para poder darle lo básico a mis hijos.
“Cuando me pasó esto dije ‘¿cómo lo hago? Si quiero tener a mis chicocos al lado mío’. Me esforcé hasta tener las cositas básicas y me los llevé conmigo. La primera que se fue conmigo fue la Mayte. Siempre tuvimos una relación de apego. Como que miraba sus ojitos y ella entendía todo y no me decía nada”.
En este momento, Cecilia Bolocco le regala los pequeños recipientes para el agua bendita utilizados durante el bautismo de los hijos de la actriz con Oscar Rordríguez. En pantalla explican que los guardaba el director y se los envió a Arregui, quien expresa:
“Que Óscar haya tenido la generosidad de entregárselo a mi hija para que ella me lo entregue a mí, tiene un significado inconmensurable. No sé cómo explicarlo. No hay palabras. Es una demostración de amor, de cariño, respeto tremendo.
“Si tú supieras cuánto yo quiero a ese hombre. Lo adoro, lo adoro. Y sufrí mucho el tiempo que no estuve con él. Me hizo mucha falta (llora)”
Bolocco: “¿Él lo sabe?”
Arregui: “Yo creo que sí… Intenté decírselo muchas veces. Pero tal vez no quiso escuchar porque estaba herido y porque le iba a hacer mal, y porque iba a sufrir y porque no quería.
«Nunca he dejado de querer a Oscar, lo he querido siempre de distintas formas. Hoy día lo quiero de una forma muy diferente a cuando tenía 18, 20, cuando tuve a mis hijos.
«Nunca he dejado de quererlo. Es un hombre admirable, un hombre que me entregó muchas cosas importantes. Lo más importante estos tres pajaritos que tengo que son lo más lindo de mi vida. Y me enseñó muchas cosas
«Hubo una pausa en el camino, que fue muy dolorosa y cada cual la vivió su proceso como se pudo. Pero hoy siento que la vida nos está entregando un regalo. Imagínate que esto (los regalos), esto es amor».
En tanto, en septiembre de este año, en otro programa de Canal 13, Arregui leyó una carta en pantalla donde Rodríguez le manifestaba su cariño. El director de teleseries sufrió un asalto en 2014, lo golpearon en la cabeza, lo cual le trajo serias consecuencias de salud.