«Las chicas de los liceos iban al edificio donde yo vivía. Se juntaban unas 300 chiquillas…», relató José Alfredo Fuentes sobre su época de ídolo juvenil
«Era recomplicado. Tenía que llegar y pasar por el departamento de una vecina, por una ventana, para que no me agarraran las chicas», relató José Alfredo Fuentes sobre el acoso de las fans cuando era un ídolo juvenil, en los años ’60.
Durante un capítulo de Podemos Hablar emitido por Chilevisión en octubre de 2022, el artista de 75 años se refirió al fenómeno de popularidad que vivió cuando era el cantante top de la nueva ola, grabó hits como Te Perdí y tenía 20 años.
Esta fueron parte de sus palabras en el espacio donde compartió con Raquel Argandoña, Adriana Barrientos y Gigi Martin:
“A los 20 años me fui a vivir a la Avenida Santa María 0376, donde está ese puente aquel curvo, el de los candados. Y todo perfecto. Pero, ¿qué pasaba? Tenía 20 años y era muy popular.
“Las chicas de los liceos salían a las una de la tarde, dos, e iban al edificio donde yo vivía a ver si me podían ver cuando llegara. Se juntaban unas 300 chiquillas. Lleno, lleno…”
Adriana Barrientos: “Como Julio Iglesias”
José Alfredo Fuentes: “Así, como Julito. Él en España y yo acá en Chile… Tenía un departamento con mi hermano mayor. Ningún problema, un tipo muy tranquilo.
“Y como a los seis meses se acerca la junta de vecinos. ‘Queríamos hablar con usted, José Alfredo. Lo estimamos mucho. No tenemos ninguna queja personal contra usted. Pero es muy complicado que nuestra puerta esté todo el día llena de señoritas que rayan las murallas… ‘Juanita y Pollo’’. Rayaban autos las chiquillas con sus pinches también.
“Y me dicen ‘lo invitamos a que busque otro lugar. ¿Será posible? Es con mucho cuidado. No es por usted, insistimos, pero queremos vivir un poco más tranquilos. ¿Es posible que usted se fuera a vivir a otra parte?’. Y lo tuve que hacer.
“Era un departamento que arrendaba. Ya de ahí me compré una casita para que no me echara nadie. Era recomplicado. Tenía que llegar y pasar por el departamento de una vecina, por una ventana, para que no me agarraran las chicas.
“Pasaba una reja, tocaba una ventana, y ya sabía la vecina. Habría la ventana, pasaba a un pasillo, donde no había nadie, y entraba…”
Raquel Argandoña: “¿Y qué edad tenía la vecina?”
Fuentes: “Una señora…”
Risas.
Jean Philippe Cretton: “Porque si ese departamento hablara….”