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Daniela Castro en una imagen tomada de la pantalla de Buenas Noches a Todos, en TVN.

«Lo que me pasó de verdad no se lo doy a nadie. No me venía hace quince años algo así…»: Daniela Castro llegó a urgencias con crisis de pánico

Autor: Equipo Glamorama / 27 mayo, 2023

«Lo que me pasó ayer de verdad no se lo doy a nadie. No me venía hace quince años algo así», manifestó este sábado Daniela Castro sobre la crisis de pánico que sufrió.

La cocinera -que se hizo famosa al ganar el primer MasterChef Chile y que hoy es una pequeña emprendedora de productos de belleza y contenidos en Instagram- debió llegar a urgencias de una clínica. Recuperada, relató en Instagram:

«Ya estoy bien, por suerte. También estoy muy sorprendida de muchas personas que tengo buena onda y todo, pero que me han escrito. Y solamente que me escriban ‘ánimo’ ya es como ‘guau, qué detalle’. Estoy sorprendida de gente que me conoce hace años y no te pone nada. Esa gente, next.

«Yo crisis de pánico no tenía hace años. Y una así… Hice todo lo que tenía que hacer para no llegar a la clínica. Llevaba como tres horas así. No podía más. Llamé a mi mamá. Y llamar a mi mamá por una crisis de pánico no lo hacía hace 15 años.

«En la clínica fueron un siete. Yo no paraba de llorar a mares. Pero fueron un amor. Y ustedes también están siendo un amor. Ayer después subí una story y respondí cuando ya estaba tranquila. Porque en verdad vi la luz. Ya era ‘¡¿qué hago?!’. Fui a plantar mi arbolito, planté mi arbolito y después me empecé a sentir mal.

«Esta es una experiencia que me está diciendo que tengo que parar un poco, porque tengo una mezcla de muchas cosas, de pena, estuve resfriada dos semanas y no descansé. Yo sé que me aweoné, no me cuidé.

«Crisis de pánico no tenía hace muchos años. Podía estar débil, cansada, ansiosa, lo sabía manejar, y lo que me pasó ayer de verdad no se lo doy a nadie. No me venía hace quince años algo así.

«Pensé que ya había pasado todas las crisis de pánico de mi vida. Ha sido la peor que tenido. Mal. Fueron como tres horas.

«Con Kim, que es mi amiga y trabaja conmigo, somos como familia, hicimos todo. Metimos la cabeza y las manos en hielo y no se pasaba. Y yo no paraba de llorar, no paraba de tiritar, y fue horrible. Pero estoy bien ya, por suerte. Tengo que trabajar, pero la parte trabajólica no me hace bien».