“Nunca pensé en ser humorista… Hasta que un día Freire me dice ‘deja de renegar, eres comediante’”, contó Maly Jorquiera
«Encontraba que la comedia era como un género muy menor… Ahora estoy casada con un comediante y mi hijo es un chiste”, bromeó Maly Jorquiera respecto a los prejuicios que tenía con el mundo del humor al principio de su carrera.
La actriz y ahora comediante de 42 años fue invitada al podcast de Euge Lemos, Dale Color!, capítulo que fue grabado antes de que saliera a la luz la supuesta infidelidad de Sergio Freire, y en el que contó cómo llego a ser comediante:
Maly Jorquiera: “Nunca pensé en ser comediante, humorista. Nunca…”
Euge Lemos: “Estabas estudiando para ser…”
Jorquiera: “Actriz dramática de la Universidad de Chile. Yo vengo de esa escuela, Alfredo Castro, Fernando González y todo”
Lemos: “¿Y qué pasó en el medio?”
Jorquiera: “No sé. De hecho, estúpidamente, y me escupí en la cara lo que tiré para arriba, yo encontraba que la comedia era como un género muy menor, muy fácil, prejuicios. Ahora estoy casada con un comediante y mi hijo es un chiste”
Lemos: “O sea que derribaste tus propios prejuicios”
Jorquiera: “Sí, la vida me llevó para allá. Partí en el Siempre Contigo en Mega pituteando los domingos y trabajaba con Daniel Múñoz, con grandes comediantes. Después llegué al Teatro en Chilevisión y estuve doce años.
“Después llegué a los Improvisadores, a las teleseries de Mekano, después al Club de la Comedia. Pero todo era por trabajo. Hasta que un día Freire, sin que fuéramos pareja ni nada, me dice ‘deja de renegar, eres comediante’.
“Porque yo decía ‘no, en cualquier momento vuelvo al drama, esto es solo una etapa, yo no soy chistosa’. Como que no encontraba que podría trabajar en eso. Y empecé a hacer stand up, porque tenía que buscar trabajo, llegué al club y ahora es mi vida.
“Amo la comedia. En mi casa somos grandes creadores de contenido de comedia, he hecho películas de comedia, es una locura, pero agradezco, es bonito cuando uno fluye con la vida y te lleva a un buen lugar. Pero te juro que no lo vi venir”