«Mi hijo me dice ‘mamá, cómo no creer en Dios, si hoy te tengo aquí y eres la mamá que siempre quise’»: Kathy Orellana sobria, recuperó a su hijo tras tercera rehabilitación del alcohol
“Yo no te podría decir si puse las palabras precisas para explicarle a mi hijo mi adicción. A mi hijo le explico mi adicción como es, sin rodeos: ‘La mamá es adicta al alcohol, esto pasa’. El tiene conciencia de la enfermedad», dice Kathy Orellana. Pero es otra Kathy Orellana. La cantante de Ay, Ay, Ay que se hizo conocida en Rojo, Fama Contra Fama, lleva más de dos años sin tomar alcohol.
En una década perdida en las adicciones se quedó sin nada ni nadie. Fue detenida por Carabineros con escándalo en tres ocasiones y perdió la tuición de su único hijo, hoy de doce. «Tribunales dictaminó que no podía acercarme a él por dos años», contó en mayo de 2023, cuando vivió su tercera rehabilitación, la que finalmente funcionó. Hoy vive en un departamento en Rancagua junto a su niño Facundo. Una vida que mostró en Primer Plano:
Pamela Jiles: “¿Le dices así (a su hijo), que eres adicta?”
Kathy Orellana: “Y va a ser para toda mi vida. Y él es propenso a ser adicto también, porque tiene los genes de la mamá alcohólica. El lo sabe. Le hablé desde el punto de vista de conciencia de la enfermedad, y de otro punto que es mucho más valorable, que es la conciencia espiritual.
“Un día estábamos jugando a la pelota y él me dice ‘mamá, cómo no creer en Dios, si hoy te tengo aquí jugando a la pelota y eres la mamá que siempre quise’. Entonces, un niño de esa edad que reflexione de esa forma, con ese nivel espiritual, me siento súper pagada”
Jiles: “En esta reflexión con Facundo, ¿tú has visto los videos con él?” (Se refiere a los videos en redes con los escándalos de Orellana)
Orellana: “Se los expliqué en el contexto de que la mamá estaba enferma, y en la conciencia de que yo sabía lo que estaba haciendo. Todo adicto en su grado de adicción, tiene un grado de lucidez y tiene una alternativa pequeña, aunque sea minúscula, para tomar una buena decisión. Facundo siempre siempre entendió eso, entonces él es un factor protector para mí…”
Jiles: “¿Tú crees que él está preparado para cuando sus compañeros y otros niños le digan algo?”
Orellana: “Absolutamente. Facundo vivió cosas muy fuertes de bebé. A mí me lo quitaron legalmente, fue muy fuerte volver a acercarme, pero fue un proceso que me empoderó y me hizo crecer enormemente.
“Hoy día trabajo mucho con la inteligencia emocional. Todo depende de cómo mi hijo esté emocionalmente el cómo tengo que hablarle. No se trata de acomodarle la historia. Pero si veo que mi hijo viene con un problema de adolescencia, no le voy a venir a contar un problema mío.
“Entonces uno quizás tiene que tener más tacto como mamá, sobre todo yo que soy una mamá conocida, apuntada con el dedo, porque he tenido problemas de alcohol, de drogas, de excesos, de peleas, de carabineros. Quizás ahora recién va a empezar el proceso de ‘oye, tu mamá…’. Pero cuando chico él vivió la experiencia de ver a la mamá en estado de ebriedad”