FOTOS: Margarita Hantke se ha operado cinco veces los labios para sacar el exceso de silicona que se inyectó
Margarita Hantke fue una más de las mujeres de la televisión que, hace una década, cayeron en la falsa promesa de unos labios mucho más voluptuosos y sensuales y se los operaron. Las modelos Mónica Aguirre y Carla Ochoa, o las actrices Francisca Merino y Coca Guazzini, entre otras, se inyectaron rellenos en la boca, con desastrosos resultados. Margarita Hantke, panelista de Vigilantes, en La Red, también lo hizo y reveló la historia de su tragedia estética en Mujeres Primero, en el mismo canal privado.
“Me puse silicona de tonta”, resumió la periodista de 40 años, y relató que la culpa la tuvo el amor. Margarita tenía 25 años, venía recién saliendo de la universidad y ya era una estrella. Estaba a cargo de Medianoche, en TVN, junto a Claudio Fariña. “Tenía que probarle a todo el mundo que no era tonta, que podía aprender. Además era un canal lleno de reglas. TVN no es decir lo que se te antoje, es un canal donde debes tener una cierta responsabilidad. Yo fui aprendiendo a la mala y a la patá”, afirmó.
Su vida era una montaña de trabajo, pasó por enfermedades causadas por el estrés, hasta que se enamoró de un colega en TVN. Fue feliz, hasta que pilló a su pololo con otra mujer, en un bar. “Me quise morir, quedé con la autoestima por el suelo”, confesó. “Me dije: ‘¿qué pasa?, ¿qué es lo que tiene ella que no tengo yo?’. Labios. Era una niña de labios carnosos que no era mi caso”, contó.
Luego, Margarita partió a solucionar el problema con una mujer que no era doctora y que la sometió a un dudoso procedimiento. “Probé una técnica que era muy precaria en ese tiempo… Según la tipa que me lo puso, era ácido hialurónico. Ella me dijo: ‘esto se reabsorbe, no te preocupes’”, agregó. Pero en vez de lo prometido, le inyectaron silicona.
Hantke explicó: “Le dije ‘quiero verme distinta, quiero verme sensual’. Ese era el concepto. ¿Y qué es lo que ocurre con la sensualidad de la silicona? Que es un material barato, rasca, es un plástico que pesa. Y cuando pesa, se cae, y el labio es la única parte del cuerpo que no se elastiza de vuelta si es que tú la desrellenas. Cinco años después me doy cuenta de que esta cosa se empezó a caer, que el labio se empezó a jetear y me quería morir”.
Margarita fue donde otro especialista para tratar de que sus labios regresaran a la normalidad. El relleno no se disuelve, y sacarlo es imposible.
“Hoy día ya voy en la quinta operación, o sea, ya no acepto los troleos sobre mis labios, porque no se lo deseo a nadie”, dijo la periodista en Mujeres Primero. “Te los abren por debajo. No te explico lo que es que te abran tu pobre labio y te saquen piel. Entonces, a la quinta vez, el médico me dijo ‘linda, ya estamos, ya se te ven naturales, deja de traumarte, vive tu vida’”, concluyó.
