Kidman y Roth abren Cannes con polémico filme Grace de Mónaco
Se podría decir que la película vuelve al lugar del crimen. O, para no exagerar la metáfora, al lugar de los hechos. Grace Kelly conoció a su futuro esposo y, por lo tanto, comenzó a dejar de ser actriz y empezó a transformarse en princesa, gracias a una visita a Cannes en 1955. Ya había estado en la Costa Azul un año antes filmando Para atrapar al ladrón de Alfred Hitchcock y volvía en un plan más relajado, como parte de la delegación estadounidense. Una de las actividades de protocolo era visitar la residencia monegasca y conocer a la familia real. Las circunstancias del encuentro fueron enrevesadas y curiosas: el príncipe Rainiero se hizo esperar, no apareció cuando debía y, finalmente, cuando hizo la entrada en escena lo hizo en serio y con intenciones ambiciosas. En ese momento comenzó el flirteo con Kelly, luego vino el noviazgo y un año más tarde la boda del siglo. El resto es historia. La misma que pretende contar a su manera la película Grace de Mónaco.
Elegida para inaugurar hoy Cannes, la película reúne todas las condiciones que un filme de apertura debe tener en el festival de cine más prestigioso del mundo: estrellas, una historia atractiva, un pie en Hollywood, otro en Francia y, en este particular caso, una controversia que dura al menos un año. Grace de Mónaco, que se verá hoy a las 20 horas en su función de gala tras el pase para la prensa, es protagonizada por Nicole Kidman como Grace Kelly, Tim Roth en el rol de Rainiero III, Paz Vega como Maria Callas y Frank Langella en el papel del influyente sacerdote Francis Tucker, un cura al que Grace le presta oído para lo bueno y para lo malo.
Dirigida por el francés Olivier Dahan (La vida en rosa) y coproducida por Harvey Weinstein (los otros financistas son franceses e indios), Grace de Mónaco tardó su estreno desde fines del año pasado. Los problemas y las polémicas parecen ser su banda sonora aparte. Primero se dijo que iba llegar a salas para entrar a la carrera del Oscar y no fue así. Luego el director se peleó con Weinstein cuando éste introdujo cortes en el montaje. Dahan señaló al diario francés Libération: “Cuando se enfrenta a un productor americano tan poderoso es poco lo que se puede hacer. O le digo que se vaya a la mierda con su montaje y empieza el matonaje o me adapto y en ese caso no te hacen nada. En mi caso, voy a llegar lejos con mi posición, así es que supongo que habrá chantaje. En este momento existen dos versiones: la suya, que me parece catastrófica, y la mía”.
La versión que hoy se verá en Cannes es la de Dahan, respaldado por el festival y su delegado general Thierry Frémaux. “Mostraremos la versión que corresponde a la visión del director”, afirmó Frémaux cuando anunció la cinta de apertura. (Lea la nota completa en La Tercera).
