Iván Núñez desclasifica lo bueno, lo malo y lo feo del Mundial
En las grandes ocasiones noticiosas Iván Núñez está ahí, al frente, en terreno. Desde el terremoto en el norte, al incendio en los cerros de Valparaíso, al Mundial de Brasil. El suyo ha sido un trabajo intenso y dedicado, a pesar de no estar en uno de los canales que tiene los derechos del evento futbolístico. El rostro de Chilevisión Noticias se las arreglado igual y, en esta entrevista realizada por mail el jueves pasado, cuenta a glamorama.latercera.com lo bueno, lo malo y lo feo de la Copa FIFA.
¿Cómo ha sido cubrir este mundial?
«Intenso. Hartos desplazamientos por Brasil, Rio, Cuiabá, Sao Paulo, Teresópolis, Belo Horizonte, etcétera. Sensaciones encontradas entre el disfrute de la bendita insolencia de La Roja y el ponernos colorados por el comportamiento de parte de la hinchada (reventa de entradas, la ‘avalancha’ del Maracaná, los lanzas chilenos en los malls)».
¿Qué aspectos le gustaría corregir?
“Estar acreditado. Poder ingresar a todos lados sin problemas. Para entrar a las prácticas de Brasil en Granja Comary tuvimos que hacer malabares”.
¿Cómo lo han tratado los colegas de medios chilenos y extranjeros?
“Yo por lo menos he tenido poco contacto con los otros medios chilenos, los he visto a la pasada no más. Entre los despachos, la elaboración de notas para Chilevisión y la realización del programa de radio ADN, se me va todo el tiempo”.
¿Alguna anécdota?
“A la salida del partido entre Chile y España, en el Maracaná, había tanta alegría entres los hinchas (aumentada con la venta de cerveza dentro del estadio), que más de uno me dio besos al aire”.
¿Qué ha sido lo más llamativo de este mundial?
“Los megaestadios. El gobierno invirtió más de 3 mil millones de dólares en construirlos, o arreglarlos. Quedaron impresionantes. El problema es que en algunas ciudades, como en Manaos o Natal, ni siquiera hay equipos de primera división. Termina el Mundial y se graduarán de elefantes blancos, o serán las pajareras más caras de Brasil.
“Lo otro llamativo es comprobar que en todas partes se cuecen habas. El Gobierno inauguró el Transcarioca sin estar listos… Nos subimos para hacer un reportaje y estuvimos ‘atrapados’ por casi una hora. No te puedes bajar hasta el final del recorrido: sólo hay tres de las 40 estaciones listas. Las otras no están terminadas”.
