Glamorama
Marcelo Arismendi y su esposa, Constanza Aguirrebeña, en el matrimonio de María Luisa Godoy, en 2012. FOTO: ARCHIVO GLAMORAMA

La crisis matrimonial de Marcelo Arismendi

Autor: Andrés Cantuarias / 3 noviembre, 2016

Marcelo Arismendi vivió un largo pololeo con la periodista Constanza Aguirrebeña. Luego se casaron y el ex notero de CQC se fue con su esposa al sur. Formaron una familia, tuvieron dos hijos y el actual anfitrión del programa Espías del Amor, en Chilevisión, decidió variar de rubro. Se instaló con un bar en Puerto Varas.

El trabajar durante las noches y dormir de día tuvo mala consecuencias para el periodista, quien recién viene superando una crisis matrimonial. Así lo reveló en Mujer Glam -el programa que va de lunes a viernes, a las 22 horas, en la señal VIVE, de VTR. Esta fueron sus palabras –MIRE AQUI EL VIDEO-:

Marcelo Arismendi: “Los diez años de matrimonio, como cualquier persona que esté casada los diez años, sabrán que siempre hay altos y bajos. Momentos en los que uno está complicado. Pero hoy día estoy súper enamorado”

Ana Sol Romero: “¿Y la crisis de los siete años la vivieron?”

Arismendi: “Como a los nueve, hace poquito”

Romero: “O sea, la estamos terminando”

Arismendi: “Lo que pasa es que uno comete errores. Nadie te enseña a ser marido, nadie te enseña a ser papá, nadie te enseña a ser tantas cosas”

Romero: “¿Cuál es el mea culpa que tú haces?”

Arismendi: “Yo estuve dos años trabajando en mi propio restorán en Puerto Varas. Instalé un bar. Entonces, pasé muchísimas noches trabajando en el lugar. Portándome bien, en realidad no iba apórtame mal en mi bar. Imagínate, pueblo chico”

Romero: “¿Mucha tentación?”

Arismendi: “Sí. Es bien curioso, pero esto de estar detrás de una barra te da un poder bien inconmensurable”

Romero: “Igual que estar atrás de la tele”

Arismendi: “Exacto. Sobre el escenario es una sensación similar. Lo complicado de ese tiempo fue pasar muchas noches trabajando hasta muy tarde. Entonces, está ese desfase de hora. Mientras los niños se están levantando en el colegio con ella, tú estás en el primer sueño. Eso hace finalmente que no te encuentres. El hecho de trasnochar uno anda huraño, no da la mejor respuesta. De mal humor. Siento que el peor problema fue para mí eso. Cometí el error clásico de los hombres.

«Me dio muchas señales, pero yo no entendí. No me di cuenta, entonces, eso te pasa la cuenta. Yo creo que es un crecimiento importante cuando te das cuenta que has metido las patas durante todo este rato. También te hace a volver a ser humilde, volver a entregarte al 100%. A intentar que la pareja vuelva a ser lo más importante, porque además los niños, todos los que somos padres lo saben, necesitan mucho tiempo. Absorben demasiado a las mamás y los papás quedan medios botados y pasan cosas.

«En ambos lados el cambio de la vida diaria te provoca situaciones. Elegí la pega incorrecta. Me di cuenta que trabajar de noche es muy difícil. Los que lo hacen, a prenderle velitas. Los que pueden trabajar hasta bien tarde y hacerse cargo de su propio negocio y hacerse cargo de la familia no es una tarea fácil»

Romero: “Los vicios de la noche ¿caíste en alguno? ¿Te tentaron?”

Arismendi: “Los vicios de la noche, no caí en nada. Permanentemente aparecen cosas. Pero no. La verdad, como bien lo saben parte del elenco, soy de los que se toman un traguito con los amigos y estamos”

Romero: “Pero no exceso, así curado”

Arismendi: “Bueno, salvo que sea el matrimonio de alguno. Yo generalmente los matrimonios los disfruto y me quedo hasta el final”

Romero: “¿Pero alguna vez te has descontrolado?”

Arismendi: “Es que cuando estás en una fiesta pasándola bien, corres riesgos. Yo creo que para esa cuestión he ido creciendo…”

Romero: “¿Qué tipo de riesgo?”

Arismendi: “Es que cuando estás adentro de la pelota, hay cosas que no mides, comportamientos, cosas que haces, comportamientos. Yo soy coqueto por naturaleza. Más encima con trago se me exacerba esa parte. Pero me porto bien, ojo. A veces, se malinterpretan las cosas”.