«Pagué muy caro, pagué horrendamente caro…»: Lorene Prieto a ocho años de su salida de las teleseries
«Quiero justicia para mi profesión, quiero que el producto que haga yo y mis compañeros tenga una dignidad», afirma Lorene Prieto.
La actriz de películas como El Chacotero Sentimental o Last Call y figura de teleseries como La Fiera o Idolos, protagonizó en 2012 La Maldita.
Fue una telenovela de Mega inspirada en la vida de María del Pilar Pérez, condenada por planear tres homicidios y quien fue apodada «La Quintrala» en la prensa roja.
La producción tuvo mala crítica y rating, Prieto defendió el trabajo y concluye que «lo pagué muy caro».
Ahora, hace más de un mes, la actriz fue entrevistada en el podcast Impacto en el Rostro, donde relató la difícil trastienda de esa última teleserie que hizo:
“No fue algo fácil porque la producción no tenía los permisos para hacer la historia tal como era. Entonces tuvieron que hacer una teleserie que no molestara a los protagonistas de esto, que ninguno quería que se hiciera esta teleserie, sobre todo el padre del chico asesinado. Entonces ya eso era bastante difícil, trabajar con esa censura.
«También esa teleserie se fue yendo hacia una cosa más de terror, de thriller con sangre y cosas muy terribles, que para uno es como una teleserie de culto, porque es muy loco. Quedó como de culto porque eran tan rara, había gente que la odiaba y la encontraba asquerosa, y otros que era tan loca que al final la encontraban la raja.
“Pero también ahí ocurrió que no era lo que hubiera esperado como desarrollo de personaje. Pensaba que iba a ir a algo mucho más sicológico, no tan obvio, finalmente la teleserie se disparó a algo completamente desbandado. Yo tenía todos los males del mundo, a mi personaje no le daba ni para sicópata porque se hubiera tenido que escribir un nuevo tratado sicológico.
“Entonces ahí me fue difícil eso y lamentablemente coincidió, y ahí ya no tiene nada que ver con la gente de la teleserie, con el comienzo de una etapa muy difícil en mi vida.
«Trabajaba muchísimo, me tocaban muchísimas escenas, los primeros capítulos estaba en todas las escenas, tenía mucho que estudiar. Llegaba muerta de frío, porque no había calefacción, me sentaba al lado de la estufa, mi pareja me recibía con sopita, me aprendía los libros para el otro día, comía y me iba a acostar. Tenía después también un musical, que era Cabaret.
“Era mucho trabajo y tampoco se dieron las condiciones, no estaba el estudio listo para grabar. Nosotros grabamos mil veces las mismas escenas porque estaba Mi Nombre Es y se colaba el sonido. Hacía muchísimo frío, no podíamos prender estufas de gas porque era peligroso, después compraron otras estufas que metían ruido, entonces también las tenían que apagar.
“La forma en que se dio a conocer la teleserie, la forma en que fue aportillada esta teleserie. No fue defendida, no sé por qué, pero no fue defendida ni por su propio canal y esto lo dije en una entrevista. Tú tratas de defender tu trabajo y el trabajo de tu equipo, yo ahí fui la cara de eso y me sentía con la responsabilidad de defender, quizás no lo debí haber hecho. Pero yo soy así y de ahí para adelante nunca más tuve trabajo en teleseries. Nunca más.
«Pagué muy caro, pagué horrendamente caro, y yo lo único que me digo es que uno tiene que asumir lo que es. Yo me metí a mi profesión porque la amo, porque quiero dignidad para mi profesión, porque quiero justicia para mi profesión, quiero que el producto que haga yo y mis compañeros tenga una dignidad. Quiero que funcione con dignidad y hace mucho tiempo que eso no estaba ocurriendo porque las platas se dispersaron, entonces empezaban a producir las teleseries con nada.
«Todavía pagaban muy bien a los actores y a otros no. Había unos muy sub pagados y empezaron a estar las cosas no tan bien. Y eso significa que se resta dignidad a tu trabajo, porque las condiciones no son buenas para desarrollarlo bien”.
