Con el desplante de una reina y el vestido de Rihanna: el triunfo en estilo de Karen Doggenweiler como embajadora del Festival de Viña en Miami

Autor: Cristián Farías / Fran Varela / 15 noviembre, 2024

 

Con dos trajes Carolina Herrera, uno de estampado felino y otro verde, taconeando por los pasillos del gigante de la televisión en español Univisión. Saludando a la gente con el mismo vestidito de corte sexy en fuscia, rojo y blanco que Rihanna usó antes y que a Karen le calzó a la perfección. De chica plateada en las alfombra roja de los premios Grammy Latino, o en un Roberto Cavalli que le prestó Marcela Vacarezza, quien lo usó en Gala de Viña 2018 pero nadie lo voio, en el homenaje a Carlos Vives.

La animadora del Festival de Viña llevó a Miami una maleta cargada de diseaños, joyas y zapatos escogidos con gusto a Miami y del brazo de Rafa Arameda no solo lució un cuerpo de veinteañera a los 55, sino que desplegó todo ese carisma calidez que viene cutivando en más de tres décadas de carrera. Triunfó como embajadora solo de la Ciudad Jardín y su certamen, sino que del país.

“Siempre manteniendo un look en el que se vea fresca, radiante, elegante, pero también que se vea lo mina que está, porque a Karen también le gusta sentirse mina», cuenta a La Tercera desde Miami, Angelina Chiuminatto, estiticista y amiga de la conductora y parte de la comitiva que viajó a Esatdos Unidos esta semana para la gira de promoción del Festiva de Viña que realizan los anfitriones del evento durante los días de los Grammy, que reune a la industria de la música.

«Yo maquillo y peino a Karen en esta gira. Pero como la conozco hace años y sé sus gustos y todo, también me he metido un poco en vestuario», detalla Chiuminatto, responsable también del vestido de día de ecocuero celeste Stella McCratney y del modelo corto en blanco y sin tirantes con que la figura de Mega llego a una cena. ¿Su secreto para mantener la línea?: Pilates dos veces a la semana, según contó a la periodista Rita Cox, una de las entendidas que alabó el físico y desplante de la ya coronada soberana de Viña 2025.