El 18 separados de Dani Castro y Pascual Fernández: Ella carreteando en San Pedro y él con insomnio encerrado en Santiago
Daniela Castro y Pascual Fernández viven un 18 extremadamente opuesto.
La cocinera que se hizo conocida al ganar MasterChef bailó, brindó, cantó y celebró súper alegre en un local de San Pedro de Atacama.
El español de los tatuajes estuvo encerrado en la casa que ambos comparten en Santiago. Bajoneado y con insomnio frente a la televisión.
Así dan cuenta las historias compartidas en Instagram por la pareja que lleva más de un año de pololeo, formaron un hogar e incluso se han presentado a los padres.
Daniela viajó a San Pedro con un amigo. Bailaron hasta altas horas con mucho brindis, mucha canción, risa y juego.
Según las varias historias de la «Dani», ella y su amigo amanecieron carreteados, pero de todas maneras este lunes se levantaron rápido y salieron a pasear por la preciosa localidad norteña.
Esta mañana Castro seguía muy relajada, sonriente y de espíritu alegre. En Instagram dijo: «Ya, les voy a contar, chiquilines. Hace como dos años y medio que no salía a bailar y ahora la pasé muy bien». En el mensaje celebra cantando «¡pa que la pase… Pa que la pase bien!».
Momentos después, la cocinera apareció en bikini en otra historia de Instagram, disfrutando de la piscina.
En tanto, anoche Pascual subió una seguidilla de historias con cara de bajoneado y triste. «Insomnio», escribió. Luego publicó la imagen de una televisión en una habitación oscura, donde se ve una escena con John Travolta y la frase: «La decepción es algo que conozco bien. No es fácil reponerse de eso».
Y esta mañana se mostró en la red social paseando a sus dos perros. Dice: «Qué tal, buenos días. Qué tal estais de esa resaca. ¿Habeis salido mucho? Algunos estarán muy resacosos de la fiesta de ayer. Yo, sacando a los perros. Pero esto me encanta, en verdad, que haya tan poquísima gente en la calle. Está súper tranquilo todo».
Esta tarde Glamorama le preguntó a Daniela Castro, a través de WhatsApp, si es que terminó con Pascual, y solo respondió «pucha, no tengo nada que decir. Saludos y buen 18».
