«Se quedó mirando y me dijo ‘bueno, no va a ser tan bonita, pero va a ser simpática…'»: Viñuela contó que Javiera Suárez mantuvo el humor hastal el final con broma sobre su hija Clara
José Miguel Viñuela está desconsolado. La amistad de Javiera Suárez significó mucho para él. Y junto con el homenaje a la fallecida periodista, el conductor de Mucho Gusto tiene mucha pena.
La buena onda venía desde hace años, pero la relación de cariño se profundizó cuando a Javiera le diagnosticaron el cáncer y José Miguel sufría la estafa de Alberto Chang en la que perdió gran parte del capital que había reunido durante su vida.
“Les voy a contar algo que es súper íntimo, yo alguna vez lo dije, pero… La Javiera Suárez para mí es la persona que me abrió la primera puerta para levantarme de mi tema, en su minuto”, afirmó en el matinal de Mega, hace unos meses.
Hoy el anfitrión del programa de las mañanas no podía sacar la voz. Lloraba, muy afectado.
Cuando pudo reponerse contó que anoche estuvo en una preciosa ceremonia en la Parroquia San Francisco de Sales, en Vitacura, donde la periodista está siendo velada.
En Mucho Gusto Viñuela detalló que durante la enfermedad de Suárez estuvieron muy unidos. Se despidió de ella el martes, en la clínica. Y recordó una de las varias cualidades que los cercanos a Javiera destacan: su imbatible optimismo y sentido del humor:
“Le escribí unas palabras que me pidieron que hablara en la misa. Me empecé a acordar desde el primer minuto que nos conocimos, hasta el minuto que nos despedimos. Ahí cuento un poquitito como fue esta historia. Independiente que, para mí, hubiera dos Javieras (la de la etapa pre cáncer, y la posterior), lo que ella nunca perdió, hasta el último minuto de su vida, fue el humor. La Javi hasta el último minuto tenía un humor negro muy divertido.
“De hecho, cuando me despedí el martes, después de rezar, le di un beso en la frente, con la señal de la cruz, y me dijo ‘¿cómo está la Clara?’. ‘Bien’, le dije. Me acerqué. ‘Tengo algo terrible que contarte: se parece a mí’. Se quedó mirando y me dijo ‘bueno, no va a ser tan bonita, pero va a ser simpática’. Entonces, cuando me estaba despidiendo, me dio mucha risa eso. Siempre tenía el sentido del humor, hasta el último minuto”.
Luego, el animador reflexionó:
“Yo sé que ella está bien, pero la pena que tengo dentro me cuesta llevar… Tiene que ver con muchas cosas, con muchas veces que nos vimos en el último tiempo, con cosas que la gente no sabe, con el último día que la fui a ver. Me transmitió un mensaje tan importante con respecto a visibilizar testimonios como el de ella, que todos, en el fondo, llevamos un cáncer adentro.
“Entonces, cuando me empezó a decir esto le costaba hablar. Me apuntaba a su anillo. Me decía: ‘si a lo mejor la gente ve este anillo, este anillo que costó tanto… Detrás de este anillo hay una historia de amor. Y está mi cáncer, así como tú cargas el tuyo’.
«Yo le decía ‘no cargo ningún cáncer’. ‘Sí, a ti te estafaron, y eso para ti puede ser tu cáncer’. Y yo le decía ‘eso no es un cáncer. Eso, para mí, es una pérdida de plata, no es un cáncer’. Y le dije ‘tú me ayudaste a olvidarme de eso, a entender que lo más importante en la vida es la salud, es la familia. Me hiciste ser mejor’.
“Me dijo ‘te voy a pedir un favor: me gustaría que visibilizaras esto. Un día hacer un programa, como el que quería hacer, mostrando testimonios como el mío, o como otros, que tienen que haber muchos en Chile, gente que está viviendo un drama igual al mío, o peor’, y que los visibilizara. Que mostrara, que mostrara ese cáncer que cada uno lleva adentro. ‘Yo no lo alcancé a hacer, pero me gustaría que tú lo hicieras’. Y bueno, le dije que me iba a comprometer a eso.
“Hay muchas historias, en el verano, juntos, caminando. Almuerzos de fines de semana… Yo sé que su alma se desprendió primero, de que su alma transmitió un mensaje. Me llegó un mensaje súper especial de una persona y que ella se fue contenta. Es súper íntimo esto. Ayer me llamó una señora, que no sé quién es. No la había visto en mi vida. Me dice que tiene un altar en su casa y que tiene la virtud de ver personas que ya partieron.
“Me dijo que, un minuto antes de que ella se fuera, había tenido una visión o se le había aparecido. Yo creo y respeto a las personas que tienen distintas creencias. Nos dijo que se le había aparecido, que no nos preocupáramos, que estaba tranquila, feliz, en paz. Que su alma se había desprendido y que les mandara un mensaje a sus amigos diciendo que no nos descuidáramos nunca de su familia, a la cual le tengo mucho cariño.
«A Cristián (Arriagada, esposo de Javiera), que ha sido lo mejor. Un ejemplo de generosidad, de amor incondicional, de generosidad de abrirle las puertas de la clínica, a la gente, para que se despidiera de ella. ¿Quién hace eso? Uno, por lo general, se refugia con la familia. Le abrió las puertas a todo el mundo. Fui a darle un abrazo. Me dijo ‘¿quieres verla?’, y le dije ‘no, no es la ocasión’. Y me dijo ‘es que es, probablemente, la última vez que la vas a ver’. Y así lo hizo con mucha gente.
“Entonces me habló esta señora, que no sé quién era, y me dijo eso, que ella estaba tranquila y que no nos descuidáramos de su familia, especialmente. Que apapacháramos a su familia, a Cristián, a Pedrito, con el cual enganché mucho en esa nota que estábamos viendo. Lo abracé y me decía ‘Joche’, en vez de ‘Jose’. Y siento que ahí tengo un compromiso de por vida. Es muy lindo el mensaje que recibí. Yo creo mucho en eso. Y cuando esta señora me cuenta, dice que ya el alma se había ido y que era cosa de minutos, o horas. Y una hora después, me comunicaron que se había muerto.
“(Javiera) Insistió mucho en ese concepto: en el amor. Nos vimos el martes. Estuvimos con la hermana Nora. Yo siempre tenía la fe que iba a venir el milagro, pero al final no fue. Bueno, rezábamos…
“Yo tengo dos Javiera. La que vi con pelo largo, que trabajaba en televisión, y tengo otra Javiera, desde el minuto en que ella sabe que tiene cáncer. Esa, para mí, es otra Javiera, que empieza a cambiar su vida, y no solamente su vida. Empieza a cambiar las vidas de otros.
«Me metí a Instagram y todo el mundo poniendo fotos, mensajes. Les cambió la vida a muchas personas con ese testimonio. Cuesta entender el misterio de la vida. Esa es mi gran frustración. Me cuesta, porque yo tengo mucha fe, pero es acá cuando se te remueven los cimientos. Uno dice ‘¿por qué? 36 años, con tres años de matrimonio’. No cuadra. Un hijo.
“Yo ayer, mientras le escribía, le decía ‘pero ahí está el milagro, sí hubo milagro’. Su hijo es un milagro. Su hijo es único en el mundo. No existe otro caso. Entonces, quizás, ese era el milagro, el gran milagro que todo el mundo estaba esperando. Está ahí y es parte de ella. Ese niñito es parte de ella. Está viva. Entonces, hay que seguir aprovechándolo y entregándole todo el amor del mundo, a él y a Cristián. Y esto lo digo con harto respeto a su familia, porque esto debe ser muy difícil» –AQUI EL VIDEO-.