«Tiene diez años y es mi partner, y tengo la suerte que confía en mí y somos muy cercanas…», dice María José Campos «La Porotito Verde» sobre su hija Julieta
“Fue súper difícil. Igualmente creo que si Julieta no llega a mi vida como llegó, abrupta y sin aviso, yo creo que jamás hubiese tenido la valentía de decir ‘sí, estoy preparada’», contó María José Campos en Podemos Hablar sobre su hija.
La bailarina de 43 años que se hizo conocida como «La Porotito Verde» en el hoy desaparecido Morandé con Compañía estuvo en el último capítulo del espacio de conversación conducido por Julián Elfenbein en Chilevisión.
La figura que tiene un emprendimiento de vivero boutique relató, entre otras historias, que «Felipe Camiroaga me joteó bastante y creo que fui la única mujer de la época que le dijo que no».
En tanto, estas fueron sus palabras sobre la maternidad:
“Yo no había descartado la maternidad, pero siempre era ‘no, ahora no es el momento, yo creo que en dos años más’. Así pasaban los años y nunca para mí era un buen momento, hasta que ella llegó y fue súper difícil.
“Mi pareja Ricardo (Vargas) también estaba en una situación personal compleja. Yo a él lo conocí el día que se separó. Era difícil y yo puse los ojos en él inmediatamente y empecé a intentar conquistarlo.
“Llevábamos un año pololeando y yo quedé embarazada. No vivíamos juntos, nada. Teníamos pensado irnos a vivir juntos, pero conversaciones muy entre piscolas.
“Iba en serio la relación, pero hoy con la distancia que te entrega el tiempo tú ves las cosas más claras. El estaba separándose de un matrimonio, no estaba con la cabeza de formar una familia. Jamás.
“Y yo por otro lado con mis cosas, recién titulándome de la escuela de Teatro, empezando a hacer teatro, que para mí era un desafío muy importante y personal poder ejercer.
“Siempre he creído que uno es en la medida que hace y yo quería hacer teatro, y esta maternidad no era compatible, ni mi relación amorosa, ni mis ideales profesionales, ni los ideales de él profesionales. Él no tenía pega en ese minuto, estaba pituteando de manera independiente, es diseñador, no es fácil.
“Y fue el peor momento. Y fue difícil, lleno de incertidumbres, angustias. Tuve un embarazo sano científica y biológicamente, pero no muy del alma, no muy de mi cabeza.
“Pero cuando ella nace, todos los que han sido padres y madres lo comprenden, sucede algo muy mágico, que tu corazón se agranda, que no se puede explicar, se agranda.
“Y ese día a pesar de que estaba aterrada, porque me la pasan y digo ‘chuta, de ahora en adelante todo lo que pase con ella es mi responsabilidad, ¿daré el ancho? Si con suerte me las puedo conmigo y a duras penas, y bien mal te voy a decir’.
“La maternidad es un gesto de amor indescriptible, es el momento en el que dejas de mirarte el ombligo, pones los pies en la tierra y te das cuenta, con lo bueno y lo malo, de lo que es realmente importante y lo que no.
«Y desde ese día hasta hoy estamos juntas. Tiene diez años y es mi partner, y tengo la suerte que creo que confía en mí y somos muy cercanas”.