“Hubo un intento de una relación con Felipe Camiroaga, pero no funcionó. Seis meses u ocho meses. Con pernoctación, conocí las dos casas…», cuenta Yasmín Valdés
“Hubo un intento de una relación, pero la verdad es que no funcionó», afirmó Yasmín Valdés en Me Late sobre Felipe Camiroaga.
La actriz de 48 años fue invitada como panelista al programa de farándula de TV+ donde hablaron sobre la demanda contra el Estado que ganaron las familias de 18 de las víctimas de la tragedia aérea donde de Juan Fernández donde perdió la vida el querido conductor.
Valdés ya habló en 2018, en un capítulo de La Divina Comida, sobre el Halcón de Chicureo. Entonces dijo:
«Tuvimos un pequeño romancillo, una cosa poca, unos seis meses, algo así, que fue previo a la enfermedad de la mamá de cáncer.
«Esta etapa romántica fue algo así como un traspié, porque yo sabía que él no tenía ganas de tener una relación estable, ni conmigo ni con nadie».
En tanto, ahora en Me Late relató:
“Yo trabajé con Felipe, empecé en televisión con él, estuve en varios programas con él, en La Noche del Mundial, el programa romántico que hacía con Barbara Rebolledo, Pasiones. Y siempre fue un gran amigo. Amigos de toda la vida, desde el año 94 hasta que falleció.
“Hubo un intento de una relación, pero la verdad es que no funcionó. Seis meses u ocho meses. Con pernoctación, conocí las dos casas. Lo que pasa es que justo fue la época antes de la Paz Bascuñán, que fue cuando Felipe tuvo que viajar por su mamá, que estaba enferma, a España.
“Yo creo que todas las mujeres de Chile lo amamos, es como el prototipo perfecto de hombre, pero todos sabemos que no era un hombre para casarse con alguien y hacer una familia como tradicional.
“Uno sabe que él era una persona súper especial, que no le gustaba que fueran públicas sus relaciones, entonces hasta que nadie te formaliza uno no se da por formalizada.
“Fue antes de la Paz Bascuñán. Uno lo entiende, porque él era como de arrancarse, no le gustaban las cámaras, todo piola.
“Yo con Felipe éramos súper parecidos, los dos medios pelusas, era pasarlo bien, jugar pool, ver películas, jugar ajedrez, comer un jamón serrano con un vinito rico, piscina en el día.
“Pasaron diferentes situaciones, con los hermanos, de ir a comer a un restaurante del club de golf. En algún punto de nuestra cabeza, de nuestro corazón, uno decía ‘ojalá sea yo con la que se la juegue’. Es como cuando sales con alguien que es un perdido y tú dices ‘conmigo se va a recuperar’.
“Anduvimos en caballo, vimos atardeceres bonitos, los animalitos”.