«Tengo la pura cara de cuica nomás. Eramos las vistosas del barrio, pero éramos del Barrio Franklin. Yo sé lo que es la calle gracias a eso…», dice Natalia Valdebenito
“¿Te pasa mirar al techo y recordar Franklin, el teatro Huemul?”, le consultó Julio César Rodríguez a Natalia Valdebenito en Pero con Respeto.
La comediante de 42 años habló sobre diversos aspectos profesionales y personales en el late que emite Chilevisión.
Ante la consulta del animador, Valdebenito se refirió a sus orígenes y estas fueron sus palabras:
“Sí, me pasa todo el tiempo, porque soy lo que soy gracias a mis orígenes. Tengo la conciencia de clase gracias al lugar donde nací y para mí es muy importante eso”
Julio César Rodríguez: “Barrio Franklin, teatro Huemul, un sector…”
Natalia Valdebenito: “Popular”
Rodríguez: “Pero además con mucho…”
Valdebenito: “Comercio. Metro, siempre el Metro, que era un lujo para nosotros. Mi origen es todo yo creo. Primero que todo, eso son mis padres, son mis abuelos. Nosotros tenemos una familia que se construyó sola. Mi abuelo hizo su casa.
“Mi papá con mi tío hizo su trabajo, su imprenta. Yo veo a mi papá pelando el ajo y yéndose de vacaciones en avión. Yo vi todo el paso. Vi a mi vieja siendo mamá y después estudiando y siendo profesional. Los he visto crecer a ellos, nos hemos visto crecer.
“Entonces yo no puedo borrar quién soy, si tengo la pura cara de cuica nomás. Eramos las vistosas del barrio, pero éramos del barrio. Nosotros nacimos en el Barrio Franklin, yo sé lo que es la calle gracias a eso, conozco a todos los caseros.
“En el matadero, cuando me mandaban a comprar y a uno se le olvidaba, ‘el pollo’ me gritaba el del pollo, porque sabía que yo iba pasando, como ‘se equivocó la weona’. ‘El pollo’. ‘Chucha, el pollo’. ‘Su papá llevaba cuatro kilos de tomate’. ‘Bueno, échele cuatro kilos, yo no tengo idea’”
Rodríguez: “Y estaba cerca”
Valdebenito: “Súper poh, caminando todo. El persa, todo ahí poh”
Rodríguez: “Y en las noches también harta contingencia”
Valdebenito: “En la noche era cuático, porque en dictadura las metrallas estaban ahí, un milico en la punta de la casa, porque mi casa era la de la esquina, entonces ahí estaba un milico con la metralleta.
“En la noche se sentía como andaban buscando vecinos, se sentían disparos. Las lacrimógenas las conozco hace mucho tiempo, porque quedaba la cagá para el primero de mayo, para todas las fechas.
“Y además porque era un barrio que en ese minuto era periferia. Si tú piensas bien, Santiago ha ido creciendo y Gran Avenida era como ‘¿qué es eso?'».
